Cuando los discos de la columna comienzan a desgastarse y a dañarse por el uso excesivo, puede desarrollar una enfermedad degenerativa del disco. La afección se caracteriza por un dolor que puede variar desde una leve molestia en la zona lumbar hasta un dolor punzante intenso. Por lo general, el dolor comienza lentamente y se intensifica a medida que continúa la degeneración. Si bien la enfermedad a menudo afecta a adultos jóvenes activos y saludables, la dieta y la nutrición pueden desempeñar un papel importante en el mantenimiento de una espalda saludable.
Calcio
El calcio es vital para el desarrollo óseo. Cuando tiene poco calcio, las vértebras se debilitan y tienden a ser más frágiles y propensas al dolor. La falta de suficiente calcio conduce a la osteoporosis, que luego puede causar que sus vértebras ya debilitadas tengan un mayor riesgo de fracturas. El queso, el yogur y la leche son las fuentes más comunes de calcio en la dieta. Las verduras de hoja verde oscuro, el maní, el tofu, los frijoles negros y las semillas de sésamo también pueden proporcionarle calcio. Para absorber mejor el mineral importante, también necesita suficiente vitamina D. La leche generalmente está fortificada con vitamina D, al igual que ciertos cereales fortificados.
Vitamina C
La vitamina C actúa como antioxidante para ayudar a reducir los efectos de los radicales libres que pueden haber ingresado al torrente sanguíneo y dañar las vértebras. La vitamina C es vital para la regeneración celular, una función importante cuando los discos comienzan el proceso degenerativo. La vitamina C es necesaria para formar colágeno que luego se convierte en el nuevo tejido que necesita para regenerar el tejido del disco entre las vértebras. La curación se ralentiza cuando no obtiene suficiente vitamina C, según Spine-Health.com. Las fuentes más efectivas de vitamina C incluyen espinacas, papas dulces y blancas, brócoli y pimientos verdes. Los tomates son una fuente importante de vitamina y las frutas como las naranjas, las fresas y el kiwi también son buenas fuentes de vitamina C.
Vitamina B12
Para cultivar huesos fuertes y saludables, debe tener suficiente vitamina B12 en su dieta. Se requiere B12 para el crecimiento y desarrollo de la médula ósea. Las fuentes dietéticas de vitamina B12 incluyen la mayoría de los productos cárnicos, pescados y aves de corral. El hígado es especialmente rico en vitamina B12. Los huevos, el queso, la leche y la mayoría de los productos lácteos contienen vitamina B12, al igual que las verduras de hoja verde como el brócoli, la col rizada y las espinacas.
Dieta baja en calorías
Una dieta baja en calorías que ayuda a perder peso puede aliviar en gran medida la presión ejercida sobre la columna cuando los discos se debilitan. Según el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel, una dieta rica en grasas que conduce al sobrepeso no solo le causa dolor cuando tiene una enfermedad degenerativa del disco, sino que también es un contribuyente principal para desarrollar la afección.