La dosis regular de coenzima q10 (CoQ10) a veces se usa para tratar dolencias como migrañas, afecciones cardíacas y enfermedad de Parkinson. Si bien la coenzima Q10 es un antioxidante producido de forma natural esencial para el crecimiento y mantenimiento celular, los consumidores deben tener en cuenta los efectos secundarios de la coenzima q10 cuando lo usan como suplemento.
Efectos secundarios de la coenzima Q10
En los EE. UU., El 1.3 por ciento de los adultos usa suplementos de CoQ10, y esa tasa ha aumentado desde 2007, según el Centro Nacional de Salud Complementaria e Integrativa (NIH). Los NIH también informan que, aunque son leves, es posible una variedad de efectos secundarios de CoQ10. Ya sea que tome CoQ10 como una tableta, cápsula o por inyección en una vena, tenga en cuenta los siguientes efectos secundarios reportados por el Instituto Nacional del Cáncer:
- Mayores niveles de enzimas hepáticas.
- Náusea
- Acidez
- Dolor de cabeza
- Dolor en la parte superior del abdomen.
- Mareo
- Erupciones
- Incapacidad para conciliar el sueño o quedarse dormido
- Fatiga
- Irritabilidad
- Sensibilidad a la luz
Al igual que con cualquier suplemento, asegúrese de consultar con su proveedor de atención médica antes de usar CoQ10 para determinar si estos suplementos son adecuados para sus necesidades individuales. Según la Clínica Mayo, si está embarazada o amamantando, no tome suplementos de CoQ10, ya que no se han establecido los efectos.
Verificar las interacciones farmacológicas
Según los NIH, los medicamentos que se usan para reducir el colesterol, la presión arterial o los niveles de azúcar en la sangre pueden disminuir los efectos de la CoQ10. La CoQ10 puede cambiar la forma en que el cuerpo usa el anticoagulante Warfarina e insulina. Además de interactuar negativamente con estos medicamentos, la CoQ10 puede no ser compatible con algunos tipos de tratamientos contra el cáncer.
El NIH señala que la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. No ha aprobado el uso de CoQ10 como tratamiento médico, y se desconoce su interacción con algunos medicamentos. Además, la fabricación de suplementos no está regulada, por lo que todos los lotes y marcas de suplementos de CoQ10 pueden no ser iguales.
Haz tu investigación
Gran parte de la investigación sobre la capacidad de CoQ10 para tratar o prevenir enfermedades médicas no es concluyente. A continuación se muestra una evaluación de la investigación actual de CoQ10:
- Según los NIH, solo unos pocos estudios han analizado si la CoQ10 podría ayudar a prevenir la enfermedad cardíaca, y sus resultados no son concluyentes. La investigación sobre los efectos de CoQ10 en la insuficiencia cardíaca tampoco es concluyente. Una revisión de varios estudios publicados en la edición de febrero de 2015 de Interactive Cardiovascular and Thoracic Surgery encontró alguna evidencia de que CoQ10 puede reducir el riesgo de algunas complicaciones de la cirugía cardíaca.
- Mayo Clinic informa hallazgos mixtos sobre la efectividad de la CoQ10 para el dolor muscular causado específicamente por los medicamentos para reducir el colesterol llamados estatinas.
- Una revisión de múltiples estudios publicada en la edición de marzo de 2016 de la Base de Datos Cochrane de Revisiones Sistemáticas concluyó que la CoQ10 no alivia significativamente la hipertensión.
- Un estudio de marzo de 2017 publicado en la revista revisada por expertos Acta Neurologica Belgica encontró evidencia de que la CoQ10 "podría reducir la frecuencia de los dolores de cabeza", pero se necesita más investigación para determinar su efectividad en esta área.
- Un estudio publicado en JAMA Neurology en mayo de 2014 mostró que la CoQ10, incluso en dosis más altas de lo normal, no mejoró los síntomas en pacientes con enfermedad de Parkinson temprana. Una evaluación de febrero de 2017 de este y varios otros estudios sobre este tema publicados en _Neurological Science_s concluyó que CoQ10 no es útil para los síntomas de Parkinson.
- Según los NIH, la CoQ10 también se ha estudiado para una variedad de otras afecciones, incluida la enfermedad de Lou Gehrig, el síndrome de Down, la enfermedad de Huntington y la infertilidad masculina, pero la investigación es demasiado limitada para sacar conclusiones.