Sus pies y tobillos están sujetos a un impacto significativo si usted es un corredor ávido, y se encuentran entre las partes del cuerpo lesionadas con mayor frecuencia. La rigidez del tobillo es un efecto secundario común que puede afectar su rango de movimiento, haciendo que su tobillo se sienta inmóvil. En algunos casos, la rigidez del tobillo puede causar cojera. Comprender cómo correr puede contribuir a la rigidez del tobillo y posibles lesiones puede ayudarlo a determinar cuándo buscar tratamiento.
Mecánica
Cuando corres, el impacto en tus tobillos y pies puede aumentar el riesgo de rigidez. Según los estudios de la Universidad de Delaware, cuanto más rápido corras, más probabilidades tendrás de experimentar rigidez posterior al aumento del impacto. La mecánica de cómo corres también puede afectar la rigidez del tobillo. Por ejemplo, un patrón de golpe en el antepié al correr se asocia con menos rigidez en el tobillo que un golpe en el pie trasero. Si cree que su mecánica de carrera está contribuyendo a la rigidez del tobillo, busque el consejo de un entrenador de carrera que pueda evaluar su forma.
Condiciones subyacentes
Tratamiento
Puede minimizar la rigidez del tobillo después de correr descansando y elevando el tobillo. Aplique hielo en el tobillo para minimizar la hinchazón y tome un medicamento antiinflamatorio como el ibuprofeno para aliviar el dolor. También es posible que desee evaluar sus zapatos, ya que los zapatos que no son compatibles pueden contribuir a la inestabilidad del tobillo que puede causar rigidez. Si es posible, descanse el tobillo hasta que la rigidez disminuya antes de volver a correr.
Terapia
Además de los tratamientos para minimizar el dolor, puede tomar medidas para fortalecer los tobillos y mejorar la flexibilidad en las articulaciones del tobillo, lo que puede ayudar a minimizar la rigidez del tobillo después de correr. Los ejemplos incluyen señalar y flexionar el pie, luego agregar una banda de resistencia para aumentar la fuerza. Los ejercicios para fortalecer las pantorrillas, como subir y bajar las puntas de los pies, pueden ayudar a mejorar la estabilidad del tobillo.