Uno de los efectos secundarios desagradables del ejercicio vigoroso es el olor corporal. Cuando suda, las bacterias en su piel producen naturalmente ese aroma familiar de vestuario. Pero durante el ejercicio prolongado, puede notar un olor a ácido o amoníaco que es diferente de la tarifa habitual de las axilas.
Ese olor químico en la nariz después del ejercicio está relacionado con la descomposición de los aminoácidos y puede indicar que necesita modificar su nutrición.
Energía en el cuerpo humano
Cuando hace ejercicio, la primera opción de combustible de su cuerpo es el carbohidrato, que se encuentra en forma de glucosa en la sangre y glucógeno en los músculos y el hígado. A medida que las reservas de glucosa se agotan durante las actividades rítmicas de baja intensidad y de larga duración, como correr o andar en bicicleta, su cuerpo utilizará gradualmente las reservas de grasa para obtener energía.
Pero debido a que la grasa es un combustible oxidativo, su cuerpo no puede usarla para actividades prolongadas de alta intensidad, y comenzará a descomponer las proteínas del músculo para satisfacer sus necesidades de energía.
¿Qué es ese olor?
El inicio de la descomposición de las proteínas a menudo se caracteriza por un olor a amoníaco en el sudor y en la respiración. El amoníaco, cuya estructura química es NH3, es un subproducto metabólico de la eliminación de la molécula de nitrógeno de los aminoácidos para que el carbono restante pueda convertirse en glucosa.
Luego, el nitrógeno se une con el hidrógeno para formar amoníaco, un componente de la urea, y finalmente sale del cuerpo a través de la orina, en el sudor y en la humedad expirada en la respiración.
Ingesta de carbohidratos y rendimiento
Cuando los aminoácidos se descomponen durante el ejercicio prolongado, los niveles de amoníaco en el sistema nervioso central y el cerebro aumentan significativamente. Según un estudio de 2018 publicado por el Journal of Earth and Environmental Sciences , la producción de amoníaco es mayor cuando aumenta la intensidad del ejercicio.
El artículo también señala que investigaciones anteriores han demostrado que los niveles de amoníaco son más altos en personas que hacen ejercicio en un estado de agotamiento de carbohidratos. Consumir más carbohidratos puede ayudar a reducir el olor a amoníaco que experimentas después de un entrenamiento.
Mantente hidratado y refrigerio
La deshidratación es otro factor en el olor a amoníaco: asegúrese de mantenerse hidratado durante todo el día y durante las actividades de ejercicio. La deshidratación hace que su sudor esté más concentrado, lo que puede aumentar el olor. Asegúrese de que su orina sea de color pajizo, no amarillo oscuro o marrón.
Muchas personas escatiman en carbohidratos por miedo a aumentar de peso. Sin embargo, un amplio consumo de carbohidratos de fuentes de alimentos integrales de alta calidad e hidratación antes de su entrenamiento puede mejorar y prolongar el rendimiento, lo que le proporciona una mayor quema de calorías y ahorra masa magra. El consumo de más proteínas no ahorrará músculo y gravará los riñones. Una dieta que contenga un amplio equilibrio de carbohidratos complejos le dará un físico más delgado y poderoso a largo plazo.
Ver un doctor
Aunque el sudor es una parte normal de la vida, particularmente cuando hace ejercicio, existen condiciones médicas subyacentes que pueden contribuir. De acuerdo con Mayo Clinic, consulte a su médico si nota un cambio repentino en el olor de su olor corporal, experimenta sudoración nocturna, comienza a sudar significativamente más de lo habitual o si su sudoración interfiere con sus tareas diarias.