Los medicamentos antitiroideos como el metimazol y el propiltiouracilo se usan para evitar que la glándula tiroides produzca demasiada hormona tiroidea. El exceso de hormona tiroidea causa una tiroides hiperactiva y un trastorno conocido como hipertiroidismo. Los síntomas de hipertiroidismo incluyen pérdida de peso, aumento del apetito, sudoración, latidos cardíacos rápidos, bocio, insomnio y una mayor sensibilidad al calor. Los pacientes que toman medicamentos antitiroideos deben evitar ciertos alimentos.
Alimentos ricos en bacterias
Según la Universidad de Michigan Health Systems, las hormonas antitiroideas disminuyen los glóbulos blancos, lo que dificulta a los pacientes combatir las infecciones. Los glóbulos blancos combaten los microorganismos causantes de enfermedades que se introducen en el cuerpo. Los pacientes con recuentos bajos de glóbulos blancos debido a la toma de medicamentos antitiroideos deben reducir la ingesta de alimentos que contienen altos niveles de bacterias, como leche cruda, queso azul y otros quesos con moho, verduras crudas, frutas crudas, frutas precortadas, poco cocidas. carne, sushi, ostras crudas y yogurt.
Alcohol
Los medicamentos antitiroideos aumentan el riesgo de hemorragia interna, según la Universidad de Michigan Health Systems. Los pacientes que toman metimazol y propiltiouracilo deben evitar las bebidas alcohólicas. El alcohol irrita el revestimiento del estómago y el esófago y aumenta el riesgo de sangrado.
Alimentos grasos
Los medicamentos antitiroideos hacen que la tiroides sea menos activa, lo que conduce a un metabolismo más lento. Por lo tanto, los pacientes deben evitar comer en exceso y consumir alimentos de engorde para evitar el aumento de peso excesivo. Los ejemplos de alimentos grasos que se deben consumir con moderación incluyen alimentos fritos, tocino, salchichas, salchichas, leche entera, carne, queso, mantequilla, margarina y crema.