El tendón tibial posterior es un cordón que comienza en los músculos de la pantorrilla, se extiende detrás del tobillo y se une a un hueso en la mitad del pie llamado hueso navicular. El hueso navicular juega un papel importante en la formación del arco del pie. El tendón tibial posterior ayuda a estabilizar el hueso navicular, que sostiene el arco del pie y brinda soporte a medida que se baja de los dedos al caminar. Si su tendón tibial posterior está desgarrado, necesitará zapatos que soporten su arco.
Síntomas
Las roturas del tendón tibial posterior pueden provocar: pérdida del arco o pies planos, dolor e hinchazón en el interior del tobillo y rodar el tobillo o el pie hacia adentro, que es sobre pronación. También pueden hacer que no pueda pararse sobre los dedos de los pies, dolor en el lado externo del tobillo a medida que el arco se aplana y sensibilidad en la parte media del pie.
Causas
Las roturas en el tendón tibial posterior pueden deberse a actividades de uso excesivo que involucran al tendón, como caminar, subir las escaleras y caminar, especialmente cuando una persona no está acostumbrada a realizar gran parte de esa actividad. Los atletas también son propensos a desgarros del tendón tibial posterior debido al uso excesivo debido al entrenamiento excesivo. Tener inyecciones previas de esteroides también es una causa, ya que el trauma de la aguja podría debilitar el tendón. Las personas con sobrepeso tienen un mayor riesgo porque su tendón se estirará y disminuirá el soporte del hueso navicular. El trauma también puede dañar el tendón tibial posterior.
Tratamiento
Los zapatos para caminar que están etiquetados como "último recto" y "control de movimiento" son los mejores zapatos para caminar si tiene una rotura posterior del tendón tibial. Las zapatillas de control de movimiento evitan que el pie gire hacia adentro porque tienen plantillas gruesas y estables. Estos zapatos también cuentan con soporte para el arco. Un último zapato recto tiene una base más ancha que es simétrica; Esto ayuda a evitar la pronación excesiva del pie.
Conclusión
Los tendones tibiales posteriores rotos requieren soporte del arco. Una zapatilla para caminar recta bien construida o con control de movimiento ayudará a estabilizar el arco y evitar daños mayores. También se pueden usar insertos ortopédicos colocados dentro del zapato que sostienen el talón y el arco.