Comer en medio de la noche aumenta las calorías totales del día, lo que hace que sea más difícil mantener o perder peso. También aumenta el riesgo de caries, según la Asociación Americana de Diabetes. Aprender a controlar su alimentación nocturna le brinda un mejor control de su dieta general y control de peso.
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Comer durante el día
Su horario de comidas durante el día afecta sus niveles de hambre más tarde en el día. Comience el día con un desayuno abundante con proteínas y carbohidratos en el menú. Los refrigerios nocturnos a veces te dan menos hambre por la mañana, pero siempre comes algo saludable cuando te levantas por el día. Continúe su día con un almuerzo y cena nutritivos, junto con refrigerios en el medio. Esto mantiene el hambre a raya durante todo el día. Si constantemente siente hambre en medio de la noche, pruebe un refrigerio ligero antes de acostarse para llevarlo hasta el desayuno.
Mantente alejado
Alimentación consciente
Antes de ceder ante los antojos de media noche, deténgase para asegurarse de que realmente tiene hambre. Bebe un vaso de agua y espera varios minutos antes de comer algo. Si todavía tiene hambre, pregúntese nuevamente si realmente necesita comer o si simplemente lo está haciendo por hábito, por estar cansado o por otra razón. Intenta volver a la cama sin comer.