La vitamina B-12, también llamada cobalamina, ayuda a producir ADN y mantiene saludables las células nerviosas y sanguíneas. Una deficiencia de vitamina B-12 puede causar daños irreversibles a las células nerviosas y afectar la calidad de vida. Uno de cada cinco adultos mayores de 51 años tiene una deficiencia de vitamina B-12. Los adultos obtienen 2, 6 microgramos de vitamina B-12 al día, según los Institutos Nacionales de Salud. Puede encontrar vitamina B-12 en panes fortificados y cereales para el desayuno, carne, pescado, aves y productos lácteos.
Anemia
Un síntoma de una deficiencia de vitamina B-12 es la anemia megaloblástica. La anemia megaloblástica ocurre cuando los glóbulos rojos no pueden desarrollarse adecuadamente y se vuelven muy grandes. El cuerpo produce menos glóbulos rojos, y esto puede causar síntomas que incluyen palidez anormal, disminución del apetito, fatiga y debilidad.
Síntomas neurológicos
Debido a que la cobalamina está involucrada en el desarrollo de las células nerviosas, los niveles bajos de vitamina B-12 pueden causar daño nervioso. El síntoma neurológico más común de una deficiencia es una sensación de hormigueo en las manos y los pies, también conocida como parestesias. Los pacientes también pueden experimentar debilidad, un cambio en las habilidades motoras, cambios en la visión o incluso cambios de comportamiento en forma de demencia, depresión o alucinaciones.
Síntomas gastrointestinales
A menudo, las personas que experimentan niveles bajos de vitamina B-12 tienen síntomas que afectan el tracto intestinal. Los síntomas pueden incluir flatulencia, estreñimiento, diarrea o anorexia. Estos síntomas pueden conducir a una pérdida de peso no deseada. Los pacientes pueden experimentar síntomas gastrointestinales, sin tener anemia o síntomas neurológicos.
Crecimiento y desarrollo
Debido a su papel en la creación de ADN y la función de las células nerviosas y sanguíneas, una deficiencia de vitamina B-12 podría ser perjudicial para una mujer embarazada y niños en crecimiento. Las mujeres embarazadas con bajo contenido de cobalamina tienen un mayor riesgo de defectos congénitos del tubo neural. Los bebés y niños pequeños que tienen deficiencia de vitamina B-12 pueden ser diagnosticados con falta de crecimiento, experimentar retrasos en el desarrollo, desarrollar anemia, tener un bajo tono muscular o experimentar debilidad general.
