Fumar después de hacer ejercicio

Tabla de contenido:

Anonim

Innumerables revistas médicas han documentado los efectos adversos del tabaquismo en la salud. A pesar de todas las investigaciones que demuestran cuán dañino puede ser para el cuerpo fumar, muchas personas aún no pueden dejar el hábito incluso si realizan ejercicio regularmente y llevan un estilo de vida saludable. A algunas personas incluso les gusta encender un cigarrillo inmediatamente después de un ejercicio extenuante. Aunque siempre es una mala idea, fumar después del ejercicio puede ser particularmente dañino para el cuerpo.

Los hombres corren al aire libre. Crédito: Paul Sutherland / Photodisc / Getty Images

Corazón

Fumar después del ejercicio ejerce una enorme presión sobre el corazón. Como todos los órganos y músculos sanos, el corazón requiere oxígeno para funcionar correctamente. Sin embargo, el humo del cigarrillo agota el oxígeno del cuerpo y lo reemplaza con dióxido de carbono dañino. Como resultado, el corazón debe bombear más fuerte para suministrar al cuerpo el oxígeno necesario. La nicotina en los cigarrillos también actúa como un estimulante, elevando aún más su ritmo cardíaco más allá de los niveles ya elevados producidos durante el ejercicio.

Livianos

La inhalación de humo de cigarrillo estrecha los conductos de aire en los pulmones y dificulta la respiración. El humo del cigarrillo desencadena la inflamación crónica de las membranas mucosas, lo que restringe aún más las vías respiratorias. El alquitrán presente en el humo del cigarrillo recubre los pulmones, haciéndolos menos elásticos y comprometiendo la capacidad de oxígeno. El alquitrán también dificulta la desintoxicación pulmonar. Después del ejercicio, el cuerpo necesita la mayor cantidad de oxígeno posible para recuperarse, por lo que su respiración se acelera y su ritmo cardíaco aumenta. Pero fumar interrumpe todo, reduce las vías respiratorias y reduce la cantidad de oxígeno en la sangre.

Cerebro

Fumar después del ejercicio introduce altos niveles de monóxido de carbono en el torrente sanguíneo. Este monóxido de carbono puede tener graves efectos sobre la función cerebral, privando al cerebro del oxígeno necesario para mantener una función adecuada. Los niveles elevados de monóxido de carbono pueden distorsionar la percepción del tiempo, afectar el rendimiento visual, alterar las habilidades motoras e incluso obstaculizar el razonamiento cognitivo. Después del ejercicio, puede comenzar a sentirse exhausto y desorientado, por lo que fumar solo aumenta las posibilidades de experimentar aturdimiento y otros efectos no deseados.

Fatiga

Al reducir los niveles de oxígeno y poner a prueba el corazón y los pulmones, fumar después del ejercicio contribuye a la fatiga durante la recuperación. Este aumento de la fatiga puede negar cualquier aumento de energía del ejercicio. La fatiga posterior al ejercicio puede resultar tan debilitante, que los fumadores pueden tener dificultades para mantener una rutina de entrenamiento regular, lo que lleva a menos ejercicio y una disminución en el estado físico general. Fumar de forma prolongada puede suprimir los niveles de oxígeno hasta el punto de que la fatiga persiste y compromete el rendimiento atlético futuro.

¿Es esto una emergencia?

Si experimenta síntomas médicos graves, busque tratamiento de emergencia de inmediato.

Fumar después de hacer ejercicio