La fenilalanina es un aminoácido esencial, que su cuerpo necesita para construir proteínas. Su cuerpo no puede fabricar este aminoácido, por lo que debe obtenerlo de alimentos como aves de corral, cerdo, pescado, leche, yogur, huevos, queso, productos de soya, plátanos, ciertas nueces y semillas. El aspartamo, un edulcorante artificial utilizado en muchos refrescos de dieta, es rico en fenilalanina, de acuerdo con HealthVitaminGuide.com. La fenilalanina en general no es un problema para la mayoría de las personas y una gran mayoría no informa ningún efecto secundario. Sin embargo, las personas nacidas con fenilcetonuria, un trastorno metabólico raro, no pueden procesar la fenilalanina y deben evitar tomarla.
Hipertensión y migraña
Efectos secundarios neurológicos
Los niños que han estado expuestos a altas dosis de DL-fenilalanina pueden mostrar signos de ansiedad, nerviosismo e hiperactividad, informa el Centro Médico de la Universidad de Maryland. La fenilalanina también puede empeorar los síntomas de las personas que sufren de discinesia tardía, un trastorno que surge de tomar medicamentos antipsicóticos, como fenitoína, ácido valproide o carbamazepina, para tratar la esquizofrenia durante un largo período de tiempo. La discinesia tardía hace que sus víctimas muevan involuntariamente partes de su cuerpo, como la lengua, los labios, la cara, el tronco y las extremidades. Además de esto, la fenilalanina también puede empeorar algunos de los síntomas de la enfermedad de Parkinson e interferir con la absorción de levodopa, un medicamento utilizado para tratar la enfermedad, según el Centro Médico de la Universidad de Maryland. En dosis altas, la fenilalanina actúa como una neurotoxina que excita las neuronas del cerebro hasta el punto de la muerte celular, informa HealthVitaminGuide.com.
Daño a los infantes
Las mujeres que tienen fenilcetonuria y que están embarazadas deben tener especial cuidado con la ingesta de fenilalanina, ya sea a través de alimentos o de edulcorantes artificiales. Según un informe del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad Estatal de Luisiana, los altos niveles de fenilalanina ingeridos durante el embarazo pueden causar defectos de nacimiento que van desde la falla de los órganos en desarrollo para formarse adecuadamente en el primer trimestre hasta la formación defectuosa del cerebro durante el último trimestre.
