El útero es un órgano hueco que se encuentra profundamente dentro del abdomen de una mujer, ubicado entre la vejiga y el recto. La mayoría de las mujeres rara vez piensan en el útero, excepto durante el embarazo o la semana del ciclo menstrual, pero algunas tienen afecciones médicas que afectan el útero a diario. Aunque el ejercicio es generalmente seguro para las mujeres con problemas de útero, es importante hablar con un médico antes de iniciar una rutina de ejercicios de intensidad moderada a vigorosa, como correr.
Fibras uterinas
Los fibromas uterinos son crecimientos no cancerosos que se desarrollan dentro del útero a partir del tejido muscular del órgano y eventualmente se forman una masa gomosa firme a lo largo de la pared del útero. La mayoría de los fibromas son relativamente pequeños, aunque pueden llegar a ser lo suficientemente grandes como para cambiar la forma del útero. A partir de 2011, se desconoce la causa exacta del crecimiento de los fibromas, aunque las alteraciones genéticas, los niveles hormonales y los productos químicos específicos pueden estar relacionados. Los fibromas uterinos son generalmente asintomáticos, pero algunas mujeres pueden experimentar dolor o presión cerca de la pelvis, micción frecuente y sangrado abundante durante la menstruación. Los fibromas uterinos grandes que cuelgan de un tallo pueden torcerse durante la actividad física, como correr. Cuando esto ocurre, el suministro de sangre al fibroma disminuye, lo que resulta en un dolor intenso.
Prolapso uterino
El prolapso uterino es una afección médica que ocurre cuando el útero se desliza de su posición normal y ocasionalmente cae dentro o fuera de la vagina. El movimiento de rebote repetitivo involucrado en la carrera puede empeorar los músculos del suelo pélvico ya debilitados. Si los músculos del piso pélvico se han debilitado o dañado por parto vaginal, envejecimiento, estreñimiento crónico u obesidad, correr podría aumentar su riesgo de prolapso. Aunque un caso leve de prolapso uterino generalmente no presenta síntomas ni efectos secundarios, los casos más graves a menudo causan presión en la vejiga, el intestino y la pelvis, dolor en el abdomen y la parte baja de la espalda, flujo vaginal anormal y dificultad para orinar.
Endometriosis
A menudo acompañada de un dolor intenso, la endometriosis ocurre cuando el revestimiento interno crece fuera del útero. Con cada ciclo menstrual normal, el tejido endometrial se engrosa, se descompone, sangra y sale del cuerpo. Pero el tejido endometrial desplazado no puede salir del cuerpo y queda atrapado, irritando los tejidos y órganos circundantes. Junto con el dolor pélvico severo, muchas mujeres también experimentan calambres menstruales severos, sangrado excesivo y fatiga. Correr puede aliviar los síntomas de la endometriosis. Según la "Revista Fitness", la actividad física regular ayuda a reducir los niveles de estrógeno y los receptores hormonales del dolor de su cuerpo. Pero si correr empeora su dolor de endometriosis o causa sangrado excesivo, evite la actividad y consulte a su médico.