Los ligamentos sacrotuberosos, junto con los ligamentos sacrospinos, anclan el sacro a los huesos de la pelvis. Aunque son bandas gruesas de ligamento, están sujetas a estrés y lesiones con actividades deportivas vigorosas o repetitivas y pueden causar un dolor literal en el trasero. La fisioterapia se enfoca en reducir el dolor inicial y prevenir una nueva lesión.
Ligamento Sacrotuberoo
El ligamento comienza en el sacro, el hueso triangular en la parte inferior de la columna vertebral que se ajusta a la pelvis. Corre hacia adelante desde la parte frontal del sacro y hacia abajo para unirse al tubérculo del isquion, una prominencia ósea en uno de los huesos que forman el anillo de la pelvis. Su trabajo es evitar que el sacro se incline hacia adelante cuando se aplica presión descendente a la columna vertebral. Se enfatiza con los deportes que crean una gran cantidad de arcos en la parte baja de la espalda, como saltos altos, golf, gimnasia, pitcheo y voleibol.
Fisioterapia para el dolor
Los objetivos iniciales de la fisioterapia son reducir el dolor minimizando la irritación de una lesión y reduciendo el espasmo y la inflamación locales. Para un esguince del ligamento del sacrotuberus, descanse deteniendo las actividades deportivas que producen molestias y aplique hielo para aliviar el dolor. Use el hielo varias veces al día por hasta 20 minutos por sesión.
Fisioterapia para la prevención
Los ejercicios de terapia para aumentar la fuerza y la estabilidad en el área de la zona lumbar y el sacro ayudarán a prevenir lesiones en los ligamentos sacrotuberosos. Los ejercicios de fortalecimiento del núcleo combinados con estiramientos para aumentar la flexibilidad en los isquiotibiales, los flexores de la cadera y los músculos glúteos mejorarán la absorción de impactos en la extremidad inferior y reducirán el estrés en los ligamentos
Otros enfoques de terapia
Para problemas más persistentes con las estructuras sacrotuberosas, los enfoques terapéuticos que buscan alterar el tejido cicatricial en el ligamento pueden ser de ayuda. Para descomponer el tejido cicatricial y mejorar la flexibilidad en el ligamento, se puede utilizar la técnica de Graston u otras formas de masaje de tejido profundo como la terapia de fricción de fibra cruzada para separar las fibras en el ligamento. En otros casos, la solución puede ser fortalecer las fibras del ligamento para que la proloterapia, que utiliza inyecciones en el ligamento para estimular más tejido cicatricial, pueda facilitar el movimiento. Si tiene problemas persistentes, hable con su médico o terapeuta sobre estas opciones.