Según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., El 51, 6 por ciento de los estadounidenses mayores de 12 años se declararon bebedores de alcohol en 2008. El Instituto Nacional de Abuso de Alcohol y Alcoholismo (NIAAA) informó lo que todos sabemos: el alcohol causa dificultades para caminar, dificultad para hablar, visión borrosa y afecta negativamente nuestros tiempos de reacción. ¿Qué partes del cerebro se ven afectadas por el alcohol?
Efectos temporales
Incluso en pequeñas dosis, el alcohol inhibe la capacidad de ciertas partes del cerebro para funcionar. Los efectos a corto plazo del alcohol en el cerebro incluyen las partes que controlan la capacidad cognitiva, como la atención, el juicio, la memoria, el sueño y la coordinación. Estas habilidades son posibles gracias al cerebro, que es parte del cerebro anterior. El cerebro es la parte superior del cerebro y es responsable de la capacidad de pensar. Además, el alcohol afecta el hipocampo, que es responsable de los recuerdos a largo plazo.
Efectos a largo plazo
El cerebelo es un área sensible al alcohol y puede provocar daños permanentes después del consumo crónico de grandes cantidades de alcohol. El cerebelo es la parte del cerebro posterior, que controla las funciones corporales vitales, como la respiración y la frecuencia cardíaca. Hasta el 80 por ciento de los alcohólicos (aquellos que dependen mental y físicamente del alcohol) tienen deficiencias de tiamina, lo cual es particularmente importante para la función del cerebelo. La deficiencia de tiamina puede causar el síndrome de Wernicke-Korsakoff (WKS), que se caracteriza por una difícil coordinación muscular, confusión mental y lapsos de memoria. Este síndrome puede revertirse una vez que se aborda la deficiencia.
Generación de células nerviosas
El cerebro está compuesto por células nerviosas que transmiten señales al resto del cuerpo. La mayoría de las células nerviosas se generan cuando una persona se desarrolla a partir de un embrión. Sin embargo, se pueden producir nuevas células nerviosas en el cerebro mediante un proceso llamado neurogénesis. Los estudios sobre el efecto del alcohol en animales demostraron que el alcohol inhibe el crecimiento de nuevas células nerviosas. Por lo tanto, la capacidad del cerebro para repararse a sí misma está bloqueada por los efectos del alcohol. Los efectos inhibitorios del alcohol sobre la generación de células nerviosas pueden explicar cómo un feto en crecimiento puede ser particularmente susceptible, ya que este es el período de mayor crecimiento de nervios nuevos.