El ejercicio suele ser algo bueno para nuestros cuerpos, que prosperan con el movimiento y la flexibilidad. Sin embargo, a veces el ejercicio puede causar problemas o provocar lesiones si se excede o tiene condiciones de salud subyacentes que quizás no conozca. Si experimenta entumecimiento u hormigueo en la nariz, la cara o cualquier otra parte de su cuerpo que no desaparezca poco después de que termine de hacer ejercicio, consulte a su profesional de la salud.
Problemas vasculares
A veces, los ejercicios, como correr, pueden causar cambios vasculares, que provocan hormigueo y entumecimiento en la cara y las extremidades. El ejercicio, especialmente el ejercicio aeróbico, aumenta el flujo sanguíneo a través de las venas, arterias y capilares. Cuando los vasos sanguíneos no pueden expandirse adecuadamente para manejar la mayor capacidad, el resultado puede ser entumecimiento u hormigueo. Si tiene presión arterial alta, puede influir en cómo responde al ejercicio. Muchos médicos recomiendan caminar para ayudar a reducir la presión arterial; sin embargo, si desarrolla síntomas, como hormigueo, entumecimiento o hemorragias nasales graves, durante el ejercicio, deténgase y consulte a su médico. No se recomienda hacer ejercicio al aire libre en climas fríos debido a la posibilidad de efectos vasculares graves.
Enfermedad de Raynaud
La enfermedad o fenómeno de Raynaud es un trastorno que afecta el suministro de sangre de la piel. Los capilares de la piel en el área afectada entran en espasmo. El tejido corporal sufre un suministro de sangre y oxígeno muy reducido, lo que causa entumecimiento, hormigueo y dolor. En general, las manos, pies, orejas, cara y nariz se ven afectadas. Las condiciones climáticas juegan un papel importante en la enfermedad de Raynauds, y los ataques son más numerosos e intensos durante el clima frío. Los síntomas parecen similares a la congelación, con el color de la piel cambiando a blanco y luego a azul oscuro.
Esclerodermia
La esclerodermia es una enfermedad autoinmune que afecta la piel, los vasos sanguíneos, las articulaciones y los órganos internos. Las personas con esclerodermia desarrollan parches duros y gruesos en la piel con flujo sanguíneo comprometido. En ciertos casos, el fenómeno de Raynaud puede acompañar a la esclerodermia y a menudo es uno de los primeros signos de la enfermedad. Si siente hormigueo y entumecimiento en la cara, nariz, manos o pies después del ejercicio que no desaparece, consulte a su profesional de la salud para descartar la esclerodermia y otras afecciones relacionadas.
Fumando cigarros
Fumar tabaco tiene un fuerte efecto en los vasos sanguíneos, reduciendo el flujo sanguíneo y algunas veces causando hormigueo, entumecimiento y dolor en las extremidades o en la cara. Los capilares se contraen durante el tabaquismo y, después de un tiempo, es posible que no vuelvan a su tamaño normal. Esta condición impide el flujo sanguíneo y reduce el oxígeno a las áreas afectadas. Cuando hace ejercicio, el aumento del flujo sanguíneo puede limitarse a aquellas partes del cuerpo con capilares dañados, y el resultado es hormigueo o entumecimiento.
Deshidración
El ejercicio prolongado puede hacer que el cuerpo se deshidrate. Cuando esto ocurre, la sangre y el oxígeno se envían a órganos vitales, y las extremidades a menudo no reciben suficiente como resultado. Beba agua antes, durante y después de hacer ejercicio para prevenir la deshidratación y mantener su cuerpo funcionando correctamente. La regla general es beber 1/2 onza de agua por libra de peso corporal al día. En otras palabras, si pesa 150 libras, debe beber 75 onzas de agua cada día. Divida esto durante todo el día, concentrándose en el tiempo que hace ejercicio.