Comer alimentos ricos en azúcar, grasas y colesterol puede producir una serie de problemas. Esto es especialmente cierto si tiene diabetes, ya que no puede controlar adecuadamente el azúcar en la sangre; esta afección también aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca, lo que subraya la necesidad de una dieta baja en colesterol. Adaptar una dieta baja en colesterol y azúcar no requiere ningún plan de dieta complicado, solo requiere seguir los principios básicos de una alimentación saludable.
Problemas con el exceso de azúcar
Su cuerpo usa carbohidratos para crear glucosa, la principal fuente de energía del cuerpo. Cuando consume grandes cantidades de azúcar, su cuerpo almacena el exceso en forma de grasa, explica la nefróloga Dra. Sylver Quevedo, escribiendo para Dailystrength.org
Estrategias dietéticas para reducir el azúcar
Si bien, obviamente, debe evitar las galletas, pasteles y dulces cargados con azúcar de mesa blanca estándar, también debe estar atento a otras formas de azúcar que se encuentran en muchos productos. Los ejemplos de azúcares no tan obvios incluyen jarabe de caña, jugo de caña, dextrosa, maltosa, lactosa y maltodextrina.
Las frutas también contienen azúcar y si tiene interés en reducir la ingesta general de azúcar, es posible que desee evitar las frutas con mayor contenido de azúcar, como plátanos, pasas y dátiles, y comer frutas con bajo contenido de azúcar, como bayas de todo tipo y peras.
Peligros del colesterol alto
Su cuerpo en realidad produce colesterol en el hígado y sirve para muchos propósitos importantes, como ayudar a la producción de hormonas y formar membranas celulares. Su hígado produce mucho de lo que necesita y cuando come exceso de grasa y colesterol, se acumulará un exceso. Esto puede conducir a depósitos endurecidos en las arterias, conocidos como aterosclerosis.
Recomendaciones diarias de grasa y colesterol
La American Heart Association ofrece sugerencias para la ingesta de grasas y colesterol para combatir el colesterol alto tanto para la población general como para aquellos con factores de riesgo de enfermedad cardíaca, como tener niveles elevados de colesterol. Los primeros deben mantener la ingesta diaria de colesterol en no más de 300 mg diarios y las grasas saturadas en menos del 10 por ciento de las calorías diarias totales. Si entra en la última categoría, mantenga el colesterol por debajo de 200 mg y las grasas saturadas por debajo del 10 por ciento.
Estrategias dietéticas para bajar el colesterol
Reducir la ingesta de alimentos ricos en grasas saturadas y colesterol constituye la piedra angular de su estrategia dietética. Esto significa reducir el consumo de lácteos enteros, yemas de huevo y carne, carnes rojas y vísceras como el hígado en particular. Elija cortes magros de carne roja como solomillo, flanco y hueso T; comer pollo y pavo sin piel.
También desea aumentar su consumo de grasas saludables, ya que estos tipos de grasas pueden ayudar a reducir los niveles de colesterol, explica la Escuela de Salud Pública de Harvard. Las buenas opciones incluyen grasas monoinsaturadas que se encuentran en el aceite de oliva y canola, nueces y semillas. Los ácidos grasos Omega-3 también ayudan: puede encontrarlos en pescados grasos como el salmón, la linaza, el cáñamo y las nueces.
Hacer un esfuerzo para elaborar la mayor parte de su dieta a partir de granos enteros, legumbres, frijoles, frutas y verduras reducirá fácilmente la ingesta de colesterol y grasa, ya que estos alimentos no contienen colesterol y tienen poca o ninguna grasa.