Los azúcares simples, también conocidos como monosacáridos, son la unidad básica de los carbohidratos. A diferencia de la sacarosa, que está hecha de una molécula de azúcar de glucosa y fructosa, un azúcar simple es glucosa o fructosa, respectivamente. Los azúcares complejos, o polisacáridos, están presentes en alimentos como verduras y granos integrales. Puede probar estos azúcares simples en sus alimentos utilizando el reactivo de Benedict, una solución hecha de sulfato de cobre e hidróxido de sodio. Puede comprar esta solución en una farmacia, ya que solía indicar la presencia de azúcar en la orina de los diabéticos.
Paso 1
Encienda su placa caliente a fuego medio y coloque su vaso lleno con 100 ml de agua. Llevarlo a ebullición.
Paso 2
Vierta 4 ml de su muestra de alimentos en un tubo de ensayo si tiene una base líquida. Si está probando un alimento sólido, puede usar un procesador de alimentos para hacer puré agregando una pequeña cantidad de agua o triturando el artículo hasta convertirlo en polvo con un mortero y una mano de mortero. Agregue agua al polvo y viértala en el tubo de ensayo.
Paso 3
Agregue aproximadamente 1 ml de solución de Benedict al tubo de ensayo con un gotero. Gire lentamente el tubo de ensayo en sentido antihorario para distribuir el reactivo de manera uniforme.
Etapa 4
Coloque su tubo de ensayo en el vaso de precipitados hasta que note un cambio de color; este proceso generalmente toma cinco minutos.
Paso 5
Examine el cambio de color, si está presente. El reactivo de Benedict tiene un gradiente de cambio de color de azul, lo que significa que no hay azúcares simples, a verde, amarillo, naranja, rojo y marrón. La secuencia de color indica la concentración creciente del azúcar simple, siendo el verde el más bajo y el marrón el más alto.
Cosas que necesitarás
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Reactivo de Benedicto
Cubilete
Tubos de ensayo y soporte
Cilindro graduado
Muestras de alimentos
Procesador de alimentos
Agua
Plato caliente
Mortero y maja
Cuentagotas