Las papas fritas han sido la caída de innumerables personas que hacen dieta. Intelectualmente, es fácil identificarlos como una fuente concentrada de grasas y calorías en la dieta, y son un alimento obvio para evitar si estás buscando perder peso o tener una salud máxima. Desafortunadamente, también son un alimento formidablemente placentero. Renunciar a ellos no es fácil. En casa, las papas fritas congeladas se pueden hornear para que sean un placer menos culpable. Sin embargo, su calidad varía ampliamente y, a veces, necesitan arreglarse para que sean más atractivos.
Seleccionando Marcas
Las papas fritas congeladas no son todas iguales. Pueden variar ampliamente en sus valores nutritivos, así que tómese el tiempo para comparar las etiquetas. El contenido de grasa y sodio son los indicadores clave de salud, especialmente las grasas saturadas y trans. Las papas fritas altas en grasa a menudo tienen la textura más parecida a un restaurante, pero no son más saludables que la variedad frita. En cambio, busque marcas con la menor cantidad de ingredientes y el menor contenido de grasa. Cuanto más cerca estén de una papa simple y preparada, más control tendrá sobre su contenido de grasa y su salud general.
Grasas buenas
La desafortunada verdad es que incluso las papas fritas más naturales necesitan una cantidad moderada de aceite para dorarse y crujir adecuadamente. Sin embargo, trabajar con las papas fritas congeladas más sencillas le permite elegir el aceite que prefiera. La mejor opción son los aceites vegetales insaturados, especialmente los monoinsaturados amigables con el corazón, como el aceite de oliva o el aceite de girasol medio oleico. Algunos están disponibles en forma de spray de sartén presurizado, que le permite aplicar el mínimo de aceite. Otro enfoque es llenar una botella de spray de grado alimenticio con su aceite preferido y usarlo para empañar las papas fritas.
Especias y Condimentos
Una vez que haya aplicado la menor cantidad de aceite que producirá buenas papas fritas al horno, puede centrar su atención en hacer que las papas fritas sean más atractivas. Una de las formas más sencillas de hacerlo es espolvorearlas o agitarlas con especias, hierbas y otros condimentos. La pimienta negra recién molida, el pimentón, el pimentón ahumado, el chile en polvo y el polvo de chipotle son aromatizantes que funcionan bien con papas fritas al horno. El pimentón es especialmente útil como una forma de atenuar los condimentos más potentes. Las mezclas de hierbas o los sustitutos de sal disponibles en el mercado también son útiles como saborizantes saludables para sus papas fritas.
Salsa, Salsas y Aderezos
Aunque el ketchup es la salsa canónica para papas fritas, tiene un alto contenido de azúcar y no es especialmente saludable. Considera otras alternativas. Coloque un tazón de guacamole como salsa alternativa, por su sabor picante y grasas monoinsaturadas. Arregle un plato de papas fritas y póngale capas de salsa recién hecha, queso bajo en grasa y carne extra magra dorada para disfrutar de una buena comida de día de juego. Las papas fritas con chile vegetariano y queso bajo en grasa o de soya es otra forma de convertir un simple plato de papas en una comida abundante y razonablemente virtuosa.