Repleto de nutrientes y equipado con su propio estuche, no es de extrañar que los plátanos sean la fruta más popular en los Estados Unidos. Los plátanos están llenos de carbohidratos complejos y potasio, que ayudan a proporcionar energía a su cuerpo.
Además, los plátanos contienen la friolera de 9 gramos de fibra por 1/2 taza y no contienen grasa. Una queja común entre los consumidores de plátanos es que tienden a deteriorarse antes de comerse, pero si sigue algunos pasos, puede hacer que sus plátanos duren más.
Paso 1: elige el color correcto
Compre plátanos que sean verdes en los extremos y amarillos en el medio, lo que significa que están ligeramente maduros. Asegúrate de que los plátanos no tengan manchas ni manchas marrones. Esto te dará más tiempo para superar a tu grupo.
Paso 2: almacenar correctamente
Guarde las bananas a temperatura ambiente hasta que estén maduras y evite exponerlas al calor. Las altas temperaturas harán que el plátano madure y se deteriore a un ritmo más rápido.
Cuelga tu racimo de plátano en una percha de plátano. Esto ayuda a evitar que los plátanos se magullen y se deterioren demasiado rápido.
Paso 3: refrigera cuando esté maduro
Coloca los plátanos en el refrigerador una vez que estén maduros. La cáscara probablemente se volverá negra, pero la fruta en el interior no se verá afectada de ninguna manera negativa. La refrigeración ayudará a que la fruta dure más.
Paso 4: congelar para más tarde
Congela tus plátanos si no tienes tiempo para comerlos todos antes de que se vuelvan malos. Pela los plátanos y coloca la fruta en un recipiente hermético en tu congelador. Descongelarlos en una fecha posterior para usar en productos horneados o usarlos congelados en batidos.