Centro de control
Cuando inhala y exhala con los pulmones durante el día y la noche, todo está controlado por un centro de control respiratorio ubicado en el tronco encefálico. Este centro de control monitorea constantemente los niveles de oxígeno y dióxido de carbono en su torrente sanguíneo y ajusta su frecuencia respiratoria para mantener el equilibrio y la homeostasis en el cuerpo.
Oxígeno
Una de las partes más importantes de la respiración es tomar oxígeno del aire que rodea su cuerpo y llevarlo al torrente sanguíneo. Una vez que el oxígeno llega al torrente sanguíneo, las células de su cuerpo comienzan a absorberlo. El oxígeno es uno de los elementos más importantes en su cuerpo porque es crucial para crear energía en las células. Sin la energía obtenida del uso de oxígeno, sus músculos no podrían moverse, sus células no podrían absorber nutrientes o deshacerse de los desechos y su sistema nervioso no podría enviar impulsos a todo su cuerpo.
Dióxido de carbono
A cambio del uso de oxígeno por las células, se crea un producto de desecho a partir del proceso de producción de energía llamado dióxido de carbono. Las células vuelcan este producto de desecho en el torrente sanguíneo para que pueda eliminarse del cuerpo. El dióxido de carbono se envía de vuelta a los pulmones, donde se exhala del cuerpo.
Homeostasis
Cuando su cuerpo está en reposo, su frecuencia respiratoria se mantiene estable. Esto permite que se coloque la cantidad justa de oxígeno en la sangre cuando inhala, y la cantidad correcta de dióxido de carbono para salir de la sangre cuando exhala. Cuando realiza actividades que trabajan los músculos u otras actividades que requieren oxígeno adicional, los niveles de oxígeno en la sangre disminuyen y los niveles de dióxido de carbono aumentan. El centro de control respiratorio del cerebro detecta que los niveles son incorrectos y aumenta tanto la frecuencia cardíaca como la frecuencia respiratoria para compensar la diferencia. Cuando detiene la actividad, el centro de control respiratorio reduce la velocidad del corazón y la frecuencia respiratoria para mantener la homeostasis en el torrente sanguíneo.
Respiración por elección
En la mayoría de los casos, su cuerpo controla su respiración automáticamente, sin que tenga que pensarlo. En algunos casos, tiene la capacidad de controlar su frecuencia respiratoria. Por ejemplo, si está nadando, puede contener la respiración durante largos períodos de tiempo. Sin embargo, el cerebro solo permitirá que los niveles de oxígeno bajen por debajo de cierto punto antes de anular su sistema y obligarlo a respirar nuevamente. Es por eso que aquellos que intentan contener la respiración durante demasiado tiempo se desmayan.
