La mantequilla de maní cremosa es una merienda alta en proteínas, suave y untable. Los fabricantes comerciales tienen acceso a máquinas de resistencia industrial para obtener esa textura aterciopelada, que puede hacer que la mantequilla de maní casera parezca granulada y seca en comparación. Hacer que la mantequilla de maní sea cremosa no es complicado ni difícil, pero debes tener cuidado, porque una vez que mezclas demasiado aceite con mantequilla de maní, es imposible volver a sacarlo.
Paso 1
Coloque de 2 a 3 tazas de mantequilla de maní en un procesador de alimentos con la cuchilla para picar. No sobrecargue el procesador de alimentos, porque desea que la mantequilla de maní pueda moverse libremente.
Paso 2
Encienda el procesador de alimentos. Mientras gira, agregue lentamente una cucharada de aceite vegetal. Déjelo procesarse durante uno o dos minutos, apague el procesador y raspe los lados del tazón del procesador.
Paso 3
Verifique la consistencia de la mantequilla de maní. Si aún no está lo suficientemente cremoso, vuelva a encender el procesador y agregue otra cucharada de aceite. Haga esto en cucharadas muy pequeñas de aceite para no correr el riesgo de que la mantequilla de maní sea demasiado delgada.
Etapa 4
Repita el proceso con pequeños lotes de mantequilla de maní hasta que todos hayan alcanzado la textura que desea.
Paso 5
Mezcle los lotes más pequeños en un tazón grande y revuélvalos con una cuchara de madera. Guarde su mantequilla de maní en un frasco con tapa, en un lugar fresco y protegido de la luz.
Cosas que necesitarás
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Procesador de alimentos
Aceite vegetal
Rascador de goma
Tazón grande
Cuchara de madera
Nueces de macadamia (opcional)
Propina
Agregue nueces de macadamia a su mantequilla de maní en lugar de aceite para obtener un sabor más ligero y una consistencia más cremosa.
Advertencia
No coma mantequilla de maní que tenga un olor rancio o un sabor extraño.