La terapia de luz, también llamada fototerapia, es un tratamiento que utiliza una lámpara de luz solar artificial para simular la luz natural que puede faltar en ciertas épocas del año, como el invierno. Las lámparas de luz solar proporcionan una dosis más concentrada de rayos UV y pueden brindar beneficios para su salud mental y física. La depresión y las afecciones de la piel se tratan con fototerapia. Los bebés prematuros también pueden beneficiarse de la exposición a las lámparas solares.
Estado de ánimo mejorado
Las lámparas de luz solar pueden ser un método no invasivo y no químico para tratar una variedad de trastornos del estado de ánimo, que incluyen SAD o trastorno afectivo estacional, depresión posparto y PMDD, trastorno disfórico premenstrual, según la Clínica Mayo. La exposición a la luz impide que su cuerpo libere melatonina, lo que podría mejorar su estado de ánimo y darle más energía. La fototerapia no siempre cura la depresión mental, pero puede mejorar sus síntomas lo suficiente como para que pueda funcionar de manera más efectiva en su vida cotidiana.
Condición de piel mejorada
Disminución del riesgo de daño neurológico
Algunos tipos de daños neurológicos pueden ralentizarse o prevenirse mediante el uso de lámparas solares artificiales. Methods of Healing, un recurso en línea para tratamientos médicos alternativos y naturales, explica que algunas personas con enfermedad de Parkinson pueden beneficiarse de la fototerapia. Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Texas informan que los bebés que nacen prematuramente pueden sacar el máximo provecho de la terapia de luz, ya que la luz ayuda a disminuir los niveles altos de bilirrubina que no son infrecuentes con los bebés prematuros. Los niveles muy altos de bilirrubina pueden provocar daño cerebral. El estudio de la universidad también mostró que las alteraciones neurológicas de las micropreemias disminuyeron hasta en un 14 por ciento cuando se introdujeron lámparas solares durante el primer día de vida de los bebés.