La nicotina es un alcaloide natural que se encuentra en las plantas de tabaco. La nicotina tiene un efecto fisiológico porque se une a los receptores del sistema neuromuscular. La nicotina afecta los músculos esqueléticos, lisos y cardíacos, lo que puede provocar disfunciones musculares agudas y crónicas, como una disminución del apetito, parálisis y asfixia.
Músculos lisos de las vías gastrointestinales
La exposición a la nicotina provoca una acción aguda en los músculos lisos del tracto gastrointestinal, lo que resulta en una pérdida de apetito. También se cree que la nicotina afecta los músculos lisos del colon, alterando la motilidad intestinal. Esto da como resultado una alteración de la velocidad a la que los alimentos y el material digerido se mueven a través del tracto gastrointestinal. Fumar cigarrillos o cualquier otro producto de tabaco que contenga nicotina, provoca la liberación de óxido nítrico en varios sitios del tracto gastrointestinal. El óxido nítrico relaja los músculos lisos del tracto gastrointestinal y reduce el tono muscular y la actividad.
Músculos cardíacos
La nicotina actúa como un estimulante que se une a los receptores nicotínicos en las neuronas posganglionares, señala McGraw Hill Higher Education. La nicotina se une a estos receptores y provoca una estimulación continua de los músculos del corazón, lo que resulta en un aumento o disminución de la frecuencia cardíaca dependiendo de su acción sobre el sistema nervioso parasimpático o simpático. La estimulación opuesta causada por la nicotina hace que el ritmo del corazón se vuelva menos regular. Según el Programa Internacional de Seguridad Química, la nicotina causa la constricción de los vasos sanguíneos periféricos junto con taquicardia, o un latido cardíaco rápido, así como un aumento de la presión arterial. La nicotina también puede causar arritmia cardíaca, fibrilación arterial y parada cardíaca como resultado de su estimulación continua de los músculos cardíacos.
Músculos esqueléticos
La nicotina viaja a través del torrente sanguíneo y llega al cerebro en 10 a 19 segundos. La nicotina actúa sobre los receptores nicotínicos en el cerebro y los músculos. Según el Elmhurst College, la nicotina causa espasmos musculares y debilidad muscular. La nicotina también actúa sobre los receptores nicotínicos en los músculos respiratorios, causando parálisis y vasodilatación en los músculos esqueléticos. La vasodilatación de los músculos esqueléticos por la nicotina produce un aumento del flujo sanguíneo y un efecto relajante en los músculos esqueléticos del cuerpo.