Las personas que experimentan problemas en su tracto gastrointestinal superior (GI) pueden necesitar una endoscopia o un examen de esos órganos, incluidos el esófago, el duodeno y el estómago. Su médico puede recetarle una dieta especial, incluidas sugerencias sobre el consumo de alcohol, antes y después del procedimiento para eliminar posibles complicaciones y proteger el revestimiento de su tracto gastrointestinal.
¿Qué es la endoscopia?
Una endoscopia superior es un examen del revestimiento del tracto gastrointestinal con el fin de diagnosticar, prevenir o tratar enfermedades del estómago, el páncreas, el duodeno y el esófago. Se usa un endoscopio para examinar el revestimiento de estos órganos para ayudar al médico a localizar pólipos, estenosis, sangrado y otras anomalías.
Dolor
Los pacientes pueden experimentar molestias durante y después de la endoscopia desde el aire que se bombea hacia el estómago para expandirlo y facilitar su visualización. Las sensaciones de hinchazón y presión deberían desaparecer en unas pocas horas después de que finalice el procedimiento. A veces puede haber sangrado si se extrae un pólipo, o si el endoscopio rasca, corta o perfora el esófago. Aunque es raro, el sangrado puede persistir hasta 14 días después de la extirpación de un pólipo, de acuerdo con Gastroenterology Associates, y debe informarse a su médico.
Preparación
No se debe consumir comida ni bebida durante ocho horas antes de su examen de endoscopia. Si toma medicamentos anticoagulantes que pueden aumentar su riesgo de sangrado, el médico le indicará que deje de tomarlos una semana antes. Si bebe alcohol, su médico puede pedirle que deje de hacerlo varios días antes del procedimiento. Haga los arreglos para que la lleven a su casa después del procedimiento porque se sentirá somnoliento por la sedación.
Sedación
Durante la prueba, se sedará a través de un tubo intravenoso en su brazo. El sedante puede evitar que recuerde el procedimiento y puede hacerlo dormir. Además, se le rociará la garganta con un anestésico tópico para evitar arcadas cuando se coloque el tubo del endoscopio. Después del procedimiento, su garganta puede estar adormecida durante una o dos horas y se sentirá aturdido por el sedante. No debe beber alcohol después del procedimiento durante al menos 24 horas para evitar mezclarlo con el sedante y provocar una reacción. El médico recomendará una dieta especial después del procedimiento. En la mayoría de los casos, podrá comer normalmente al día siguiente.
Alcohol
Todo el alcohol, incluida la cerveza, el vino, el whisky y otras bebidas alcohólicas, puede diluir la sangre y quitar la mucosa del revestimiento del esófago. Después de una endoscopia, su garganta, esófago y estómago serán más sensibles de lo habitual, y beber alcohol puede causar ardor, dolor y sangrado.