¿Es mejor beber té verde caliente o frío? ¿Importa realmente la temperatura de remojo? Según las últimas investigaciones, el remojo en agua fría aumenta los niveles de antioxidantes en el té y maximiza su poder curativo.
El té verde frío es tan nutritivo como el té caliente. Su contenido antioxidante depende en gran medida del tiempo de remojo y la calidad de la hoja. El té de hojas sueltas generalmente contiene más antioxidantes y compuestos bioactivos que las bolsitas de té.
Propina
Contrariamente a la creencia popular, el té verde no pierde antioxidantes y otros fitoquímicos cuando está frío. De hecho, el remojo en agua fría aumenta su capacidad antioxidante y los niveles de catequina al tiempo que reduce su contenido de cafeína.
Los antioxidantes en el té verde
Los tés blanco, verde, negro y oolong han sido apreciados por sus beneficios para la salud durante siglos. Todos provienen de la planta Camellia sinensis y poseen altas capacidades antioxidantes, señala la Asociación de Té de los EE. UU.
Beber tres o más tazas de té verde al día puede reducir significativamente el riesgo de enfermedades del corazón, mejorar los lípidos en la sangre y reducir el peso corporal, informa un estudio a gran escala publicado en el International Journal of Cardiology en noviembre de 2014. Los consumidores regulares de té verde tienden a pesar menos y tienen niveles más bajos de colesterol y presión arterial que los que no beben. Sorprendentemente, estos efectos son más pronunciados en los hombres.
El té verde es rico en flavonoides, compuestos fenólicos y otros antioxidantes que protegen contra la inflamación, los radicales libres, los rayos UV y el cáncer. El galato de epigalocatequina (EGCG), que representa aproximadamente el 40 por ciento del contenido de catequina en sus hojas, puede mejorar el metabolismo de la glucosa y los lípidos, según un documento de investigación publicado en el British Journal of Pharmacology en octubre de 2016. Los estudios en animales sugieren que puede ayudar prevenir varios tipos de cáncer, incluido el cáncer de próstata, pero se necesita más investigación para determinar sus efectos en humanos.
Otra revisión, que apareció en la revista Nutrients en febrero de 2019, indica que los polifenoles del té verde protegen la piel contra el daño de los rayos UV, lo que puede ayudar a retrasar el envejecimiento y reducir las probabilidades de desarrollar cáncer de piel. Esta bebida también es una buena fuente de vitaminas, minerales, cafeína y aminoácidos. Su composición y niveles de antioxidantes dependen del grado de fermentación, así como de la edad y el tamaño de sus hojas.
EGCC y otros fitonutrientes en el té verde también pueden reducir el daño oxidativo al cerebro. Como resultado, esta bebida funcional puede mejorar la salud mental y reducir el riesgo de trastornos neurodegenerativos, según la revisión anterior. Sin embargo, es importante tener en cuenta que beber demasiado té verde puede aumentar los niveles de radicales libres y provocar daños en el ADN, enfermedades cardíacas e incluso cáncer. Como con todo lo demás, la moderación es clave.
Té verde: ¿caliente o frío?
El té verde frío beneficia su salud en la misma medida que una taza de té caliente, o al menos eso es lo que dicen los investigadores. Un estudio de julio de 2015 publicado en el Journal of Food Science and Technology comparó varios métodos de remojo para tés verdes, negros y oolong. Los científicos descubrieron que el remojo en agua fría aumenta los compuestos fenólicos y la actividad antioxidante en todos los tés, especialmente las variedades verdes y negras.
Como señalan los investigadores, los polifenoles del té se destruyen cuando se procesan a temperaturas superiores a 194 grados Fahrenheit. Esto explica por qué el remojo en agua fría ayuda a preservar e incluso aumentar los niveles de antioxidantes en el té verde. Además, el sabor es menos amargo en comparación con el del té preparado en caliente. El único inconveniente es que conduce a niveles más bajos de ácido gálico y cafeína.
Estos hallazgos muestran que el té verde preparado en frío es más rico en catequinas, flavonoides y otros antioxidantes que el té preparado en caliente. Además, contiene menos cafeína, lo que puede beneficiar a aquellos que son sensibles a este compuesto. En pocas palabras, el té preparado en frío no le dará el nivel de nerviosismo y ansiedad asociados con el café, el té negro o el té verde caliente.
Hacer té helado frío es realmente simple. Coloque una o dos bolsitas de té en una taza llena de agua (aproximadamente 12 onzas). Déjalo reposar durante 10 minutos o más, retira las bolsitas de té y disfruta.
Otra opción es usar 1 o 2 cucharadas de hojas de té sueltas, ya que contienen más antioxidantes. Las bolsas de té a menudo tienen menos catequinas y otros fitoquímicos que tienden a degradarse con el tiempo.
El tiempo de remojo también importa
Los fabricantes de té generalmente recomiendan dos o tres minutos de remojo. La evidencia actual, por otro lado, sugiere que tiempos de remojo más largos pueden aumentar la capacidad antioxidante del té verde.
Por ejemplo, un estudio de noviembre de 2015 publicado en el Journal of Food Science mostró que el remojo prolongado en frío es el más efectivo para preservar los antioxidantes en el té verde. Un artículo de investigación publicado en la revista Beverages en julio de 2016 informa hallazgos similares. Los tiempos de remojo más largos pueden aumentar el contenido total de polifenoles y amplificar los beneficios para la salud del té. Los investigadores recomiendan remojar el té durante al menos 10 minutos para preservar su valor nutricional.
La composición del agua también juega un papel importante. Preparar el té en agua embotellada o desionizada puede duplicar su contenido de EGCG y, por lo tanto, aumentar su capacidad antioxidante, según un artículo publicado en la revista Nutrients en enero de 2019.
Los científicos afirman que el calcio, el magnesio y otros minerales en el agua del grifo pueden reducir la cantidad de EGCG. El agua purificada, en comparación, es más baja en minerales y oligoelementos, lo que le permite aprovechar al máximo su té.
Otra ventaja de beber té verde preparado en frío es que puede reducir el riesgo de cáncer de esófago. Las bebidas muy calientes, como el café y el té, se han relacionado con esta enfermedad mortal. Un estudio publicado en la edición de marzo de 2019 del International Journal of Cancer descubrió que beber al menos 700 mililitros de té caliente al día puede aumentar el riesgo de carcinoma de células escamosas esofágicas hasta en un 90 por ciento.