El refresco de dieta parece la bebida perfecta, todo el sabor del refresco, pero con cero calorías, el sueño de una persona que hace dieta. En realidad, los refrescos de dieta están lejos de ser una bebida perfecta. Los refrescos de dieta están llenos de edulcorantes artificiales y productos químicos. Beber refrescos de dieta con regularidad en última instancia puede hacer que aumente de peso, pero ningún factor puede atribuirse al aumento de peso.
Edulcorantes artificiales
Los edulcorantes artificiales se han convertido en un sustituto popular del azúcar debido al bajo conteo de calorías. Una cucharadita de azúcar regular contiene alrededor de 16 calorías. Los refrescos regulares tienen alrededor de ocho cucharaditas de azúcar. Puede eliminar esas calorías sustituyendo el azúcar con edulcorante artificial. Algunas variedades de edulcorantes artificiales en realidad están hechas de azúcar, lo que hace que el sabor sea muy similar.
Los antojos de azúcar
Aunque las gaseosas dietéticas tienen muy pocas calorías o incluso ninguna, aún puede ser el culpable del aumento de peso. Los edulcorantes artificiales utilizados en las gaseosas dietéticas pueden provocar antojos de azúcar. La burla de sus papilas gustativas con la dulzura de los refrescos de dieta hace que el cuerpo espere una inyección de glucosa, afirman investigadores de la Universidad de Purdue. Cuando la dosis esperada de azúcar no llega, el cuerpo comienza a desearla, lo que probablemente satisfará con alimentos azucarados, afirman los investigadores. Beber refrescos de dieta aparentemente contribuye a tomar decisiones poco saludables durante todo el día, saboteando su esfuerzo para perder peso.
Sustituciones
Seguridad y salud a largo plazo
Cuando se trata de refrescos de dieta y aumento de peso, su mejor opción es beberlo con moderación. El consumo de refrescos de dieta está relacionado con una serie de complicaciones de salud, incluida la obesidad. Beber refrescos de dieta no beneficiará su salud en general, ya que no es rico en vitaminas o nutrientes. Trate de evitar que el consumo de refrescos, dieta o regular, se convierta en parte de su rutina diaria.