Propina
Sentirse frío con una dieta baja en calorías es el resultado de que su cuerpo no tiene suficiente energía para alimentar el metabolismo y regular su propia temperatura. Con un consumo adecuado de nutrientes, la baja temperatura corporal debido a la restricción calórica se ha relacionado con una mayor longevidad en estudios con animales.
Control de glucosa y temperatura
La capacidad de su cuerpo para regular su propia temperatura se llama termorregulación. Incluso cuando se enfrenta a estímulos internos y externos, como el clima extremadamente cálido o frío, el ejercicio extenuante y el hambre, su cuerpo trata de mantener una temperatura central constante de aproximadamente 98.6 grados Fahrenheit. Esta temperatura interna es crítica para la supervivencia humana y fluctúa ligeramente según la hora del día, la etapa del ciclo menstrual y su edad.
Para alimentar la termorregulación, su cuerpo requiere energía en forma de glucosa. La glucosa, un azúcar simple, proviene de los alimentos que come y bebe. Cuando no obtiene suficiente glucosa, su cuerpo se vuelve como un automóvil sin gasolina y no puede funcionar correctamente. Es por eso que puede sentir frío cuando tiene hambre.
Además de una temperatura corporal más baja, algunos síntomas que puede experimentar debido al bajo nivel de glucosa en la sangre son mareos, fatiga, visión borrosa y latidos cardíacos rápidos.
Según la Clínica Mayo, una temperatura corporal central no tratada de 95 grados Fahrenheit o menos podría ser mortal, ya que su corazón y sistema respiratorio pueden fallar a temperaturas por debajo de ese umbral. Sin embargo, con un consumo adecuado de nutrientes, una temperatura corporal ligeramente baja debido a la restricción calórica se ha relacionado con una mayor longevidad en estudios con animales.
Dietas y temperatura restringidas en calorías
Si su objetivo es perder peso y mantenerse caliente, no tiene que reducir drásticamente sus calorías para obtener los resultados deseados. En un ensayo de 2 años de restricción calórica humana publicado en septiembre de 2015 en las Revistas de Gerontología , los investigadores descubrieron que cuando los participantes del estudio redujeron su consumo de calorías en solo un 12 por ciento en promedio, perdieron un 10, 4 por ciento de peso corporal sostenido.
Para un hombre de 200 libras que generalmente consume 2.500 calorías al día, esto significaría disminuir su consumo de calorías en 300 calorías por día y perder 20.8 libras en el transcurso de dos años.
Además, el grupo restringido en calorías y el grupo restringido sin calorías en el estudio difirieron poco en la temperatura corporal central. Si siente frío cuando tiene hambre y sigue una dieta baja en calorías, intente aumentar su consumo de calorías a solo 10 a 15 por ciento por debajo de su consumo diario normal de calorías. Si necesita ayuda, puede calcular cuántas calorías está consumiendo utilizando un rastreador de alimentos.
La anorexia nerviosa, un trastorno alimentario caracterizado por restringir la ingesta de calorías, también conduce a la pérdida de peso, manos y pies fríos e intolerancia al frío en general, según la Asociación Nacional de Trastornos de la Alimentación. Esta es una condición médica grave que priva al cuerpo de nutrientes esenciales necesarios para funcionar correctamente. Si cree que podría tener anorexia nerviosa, hable con su proveedor de atención médica que puede ayudarlo a encontrar la atención adecuada.