Correr es una forma conveniente de ejercicio que requiere poco más que motivación, energía y un par de zapatos decentes. Debido a que correr es una actividad de 1 persona, existe un bajo riesgo de trauma con este deporte. Sin embargo, los corredores no están libres de lesiones. Según un artículo de revisión publicado en febrero de 2015 por "PLoS One", el 80 por ciento de las lesiones de carrera se deben al uso excesivo, la incapacidad de las estructuras corporales para mantenerse al día con las demandas que se les imponen. Algunas de estas lesiones afectan el arco del pie, que actúa como un amortiguador al correr.
Fascitis plantar
Su arco está apoyado principalmente por tejido ligamentoso llamado fascia plantar. Correr puede irritar esta estructura, causando una condición llamada fascitis plantar. Según un estudio publicado en septiembre de 2015 por "PLoS One", la fascitis plantar es la tercera lesión más común en los corredores. Esta afección generalmente causa dolor en el arco, cerca del hueso del talón. Además de correr, también puede experimentar dolor al levantarse de la cama por la mañana o después de estar sentado durante un período prolongado. La fascitis plantar a menudo se puede tratar con una combinación de reposo, hielo, modificación de la actividad, ejercicios de estiramiento y fortalecimiento y medicamentos antiinflamatorios orales, como ibuprofeno (Advil, Motrin) o naproxeno (Aleve). Las férulas que se usan por la noche y las modificaciones en los zapatos también pueden ser útiles para algunas personas. Las inyecciones de esteroides se usan para casos severos. A veces se recomienda la cirugía si otros tratamientos no pueden proporcionar alivio.
Tendinopatía tibial posterior
La tendinopatía generalmente se refiere a una condición dolorosa que involucra uno o más tendones, que son estructuras que conectan los músculos con los huesos. El tendón tibial posterior es particularmente propenso a sufrir lesiones al correr. El músculo tibial posterior de la pantorrilla ayuda a impulsarlo hacia adelante mientras corre. El tendón de este músculo corre debajo de su pie, proporcionando un soporte clave para su arco. La tendinopatía tibial posterior (PTT) generalmente se desarrolla con el tiempo. Sin embargo, las lesiones como torcer el pie o pisar un agujero pueden aumentar el riesgo de desarrollar esta afección. El PTT puede ser causado por debilidad muscular o entrenamiento que progresa demasiado rápido. Esta condición a menudo se puede tratar con estiramientos, fortalecimiento y ajustes en su programa de entrenamiento. Otros tratamientos incluyen hielo, reposo y medicamentos antiinflamatorios orales. Las inyecciones de esteroides a veces se usan para disminuir la inflamación cuando los medicamentos orales no funcionan. Los casos graves de PTT pueden requerir cirugía.
Fractura por estrés
Las fracturas por estrés son grietas delgadas que pueden desarrollarse en los huesos con actividades de uso excesivo, como correr. Estas lesiones generalmente ocurren con un entrenamiento excesivo, cuando los músculos están fatigados y ya no ayudan de manera efectiva con la absorción de impactos. Correr en colinas y diferentes tipos de terreno también aumenta el riesgo de fracturas por estrés. Las fracturas por estrés en los huesos metatarsianos, los huesos largos que conforman la mitad frontal del arco, pueden causar dolor. Al principio, este dolor solo puede ocurrir mientras está corriendo y resolver con reposo. Si continúa corriendo, la fractura puede empeorar y podría tener dolor al caminar todos los días.
Las fracturas por estrés metatarsiano generalmente sanan con 4 a 6 semanas de modificación de la actividad. Inicialmente, la ejecución no está permitida. Es posible que se requieran muletas para reducir la presión a través del pie a medida que el hueso se está curando. Su médico podría recomendarle usar una bota rígida para minimizar el movimiento de su pie durante un par de semanas. La reanudación de la actividad se basa en el dolor. Una vez que pueda caminar normalmente sin dolor durante al menos 2 semanas, la carrera se reanuda gradualmente. A medida que su hueso se está curando, el hielo y los medicamentos antiinflamatorios orales pueden ayudar a aliviar el dolor. En casos raros, el hueso no cicatriza correctamente y es posible que se requiera cirugía.
Otras condiciones
Otras afecciones como la osteoartritis, la artritis reumatoide y los tumores pueden causar dolor en el arco que puede manifestarse durante la carrera, al menos inicialmente. En algunos casos, estas condiciones pueden requerir que deje de correr. La osteoartritis implica la descomposición del cartílago, relleno entre los huesos de las articulaciones, que a menudo se desarrolla con la edad. Sin embargo, la osteoartritis puede desarrollarse en adultos más jóvenes, particularmente después de un traumatismo, como un hueso roto en el pie. Este tipo de artritis con frecuencia afecta la mitad del pie. No existe cura para la osteoartritis, pero el dolor puede tratarse con medicamentos antiinflamatorios orales o inyecciones de esteroides. En casos severos, se puede requerir cirugía.
La artritis reumatoide es una afección inflamatoria crónica que ocurre cuando el cuerpo ataca por error sus propias articulaciones. Con el tiempo, las articulaciones se rompen. Esta condición generalmente afecta a más de una articulación en el cuerpo al mismo tiempo. La artritis reumatoide se trata médicamente con medicamentos esteroides y otros fármacos modificadores de la enfermedad. En casos severos, se puede requerir cirugía para tratar el daño articular.
Los tumores no cancerosos y cancerosos pueden afectar los tejidos blandos o los huesos de los pies y potencialmente causar dolor en el arco, aunque esto es relativamente poco común. Debido a que otras causas son más probables, puede haber un retraso en el diagnóstico de un tumor del pie. Los tumores en el pie a menudo requieren cirugía. Los tumores cancerosos también se tratan con radiación y quimioterapia.
Otras Consideraciones
El dolor de arco durante la carrera puede verse influenciado por muchos factores diferentes. La forma en que se forma su arco puede afectar la capacidad de su pie para absorber los golpes. La alineación de las caderas y las rodillas también afecta la forma en que los pies responden a las fuerzas de alto impacto que se producen al correr. Los zapatos que son demasiado flexibles o demasiado rígidos pueden contribuir a los problemas de arco. Aumentar la distancia de carrera, la velocidad o la duración de las sesiones de entrenamiento demasiado rápido puede aumentar el riesgo de lesiones.
Para obtener los mejores resultados, consulte a un profesional de la salud para un diagnóstico preciso de la causa de su dolor en el arco y consulte a un profesional en carrera para un análisis de su forma de correr y calzado.