Las personas con diabetes pueden comer pequeñas cantidades de melaza como parte de una dieta saludable general. Según la Asociación Americana de Diabetes, la cantidad de carbohidratos consumidos tiene un mayor impacto en el azúcar en la sangre que el tipo de carbohidratos consumidos, en este caso, la melaza. Si elige consumir azúcar agregada, ya sea de melaza u otra fuente, la ADA aconseja reducir otros carbohidratos en la comida para que su consumo total de carbohidratos permanezca bajo control. Por ejemplo, si planea preparar un postre con melaza después de la cena, puede omitir el arroz o el pan de la comida.
Una cucharada de melaza
La melaza es un subproducto de la refinación del azúcar de mesa. Una cucharada de melaza contiene 58 calorías y 15 g de carbohidratos. También contiene bajos niveles de vitaminas y varios minerales extraídos del azúcar durante el proceso de refinación. La melaza contiene potasio, magnesio, fósforo y hierro. Una cucharada proporciona el 16 por ciento del requerimiento diario estimado de hierro para los hombres y el 12 por ciento para las mujeres. Si bien la melaza es una fuente concentrada de calorías y comer demasiado no es una buena idea, una cucharada de melaza es más nutritiva que una cucharada de azúcar refinada.
Una palabra de precaución
A pesar de que cambiar un vegetal con almidón por un postre endulzado con melaza puede tener efectos similares en el azúcar en la sangre, la diferencia en la nutrición que cada uno proporciona es dramática. Las verduras, frutas y otras fuentes de carbohidratos de alimentos integrales contienen vitaminas, minerales y fibra. La melaza es más nutritiva que el azúcar refinada, pero no se compara con los nutrientes que obtienes al comer alimentos integrales. Para una salud óptima, la ADA aconseja que guarde golosinas de vez en cuando. Las verduras, frutas, granos integrales, legumbres y productos lácteos deben proporcionar la gran mayoría de sus carbohidratos en la dieta.