Durante la pérdida de peso, el cuerpo sufre muchos cambios, incluidos cambios en el tejido adiposo, el tejido muscular, la masa ósea y los niveles hormonales. En lugar de lograr la pérdida de peso solo mediante la reducción de calorías, la adición de actividad física moderada y el énfasis en la dieta de ciertos nutrientes, como proteínas, calcio y vitamina D, pueden ayudar a prevenir la pérdida de músculo y hueso durante la pérdida de peso.
Cambios de grasa corporal
Durante la pérdida de peso, el tejido graso general se reduce, y la proporción de grasa abdominal dañina a grasa menos peligrosa debajo de la piel también puede cambiar para mejor. Un estudio publicado en el "International Journal of Obesity" examinó los efectos de un programa de pérdida de peso de seis meses sobre la composición de grasa de hombres y mujeres obesos. Los investigadores encontraron que tanto los hombres como las mujeres perdieron una mayor proporción de grasa intraabdominal que la grasa subcutánea. Como la grasa intraabdominal está fuertemente asociada con la enfermedad metabólica, perder peso también debería ayudar a reducir los riesgos de salud relacionados con la obesidad.
Cambios musculares y óseos
Los cambios en la composición corporal durante la pérdida de peso incluyen no solo la reducción de grasa, sino también cambios en los huesos y los músculos. La pérdida de peso inducida por la dieta puede provocar la pérdida de masa muscular, particularmente en adultos mayores. Un estudio de 2009 publicado en la revista "Journals of Gerontology" comparó los efectos de un programa de pérdida de peso con dieta y ejercicio en la composición corporal de adultos mayores con sobrepeso. Los resultados mostraron que si bien la pérdida de peso inducida por la dieta redujo significativamente la masa muscular, la inclusión del ejercicio ayudó a prevenir la pérdida de músculo durante la pérdida de peso. La densidad mineral ósea también puede disminuir durante la pérdida de peso. En un estudio de 2009, investigadores de la Universidad de Missouri descubrieron que las mujeres premenopáusicas que perdieron cantidades moderadas de peso también perdieron masa ósea a pesar de la adición de ejercicio de bajo impacto.
Cambios hormonales
Durante la pérdida de peso y mientras se mantiene un peso reducido, se reducen los niveles de una hormona relacionada con la grasa llamada leptina en el cuerpo. Desafortunadamente, este cambio hormonal hace que sea difícil mantener el peso, ya que la parte del cerebro que controla la regulación de la energía buscará volver a los niveles de leptina previos a la pérdida de peso a través de una mayor alimentación y un menor gasto de energía. Un estudio publicado en "Journal of Clinical Investigation" en 2008 encontró que la administración de inyecciones de leptina a personas que habían perdido peso ayudó a revertir el aumento del hambre y la disminución de la saciedad que acompaña a un estado de reducción de peso.
Impacto de la nutrición
La nutrición puede afectar los cambios en la composición corporal que tienen lugar durante la pérdida de peso. Junto con el ejercicio, la dieta adecuada también puede ayudar a fomentar la pérdida de grasa sobre la pérdida de otros tipos de masa corporal durante la pérdida de peso. Un estudio que apareció en la edición de abril de 2010 del "Journal of the Federation of American Societies for Experimental Biology" observó que la suplementación de proteínas durante un programa de pérdida de peso con pocas calorías ayudó a promover la pérdida de grasa sobre la pérdida de masa corporal sin grasa en mujeres mayores obesas. Además, la ingesta adecuada de calcio y vitamina D puede minimizar la pérdida de densidad ósea por la pérdida de peso.
Pérdida de peso repentina
La pérdida de peso segura y efectiva implica una reducción gradual de peso mediante una ingesta calórica reducida, una mayor actividad física o ambas. Los intentos de pérdida de peso repentina, provocados por el hambre o las dietas de choque, pueden causar cambios no deseados en el cuerpo. La inanición en realidad hace que su metabolismo se ralentice para que pueda conservar calorías para sobrevivir. Las dietas severamente restringidas para la pérdida de peso repentina también pueden causar deficiencias nutricionales que a su vez pueden causar otros efectos no deseados, incluida la pérdida de cabello.