Poder probiótico
Los alimentos fermentados ayudan a restablecer el equilibrio bacteriano adecuado en los intestinos. La mayoría de los probióticos son parte de un grupo de bacterias productoras de ácido láctico, que se encuentran en el yogur, la leche fermentada y otros alimentos fermentados. Un artículo publicado en el "Journal of Applied Microbiology" en junio de 2006 señaló que comer alimentos que contienen bacterias de ácido láctico mejora la salud del tracto intestinal, mejora la biodisponibilidad de nutrientes, reduce los síntomas de intolerancia a la lactosa y disminuye la prevalencia de alergia en personas susceptibles.
La salud del corazón
Aunque la mayoría de las personas asocian el consumo de lácteos con el riesgo de enfermedad coronaria, algunos productos de leche fermentada pueden contener propiedades saludables para el corazón. Un artículo publicado en "Current Opinion in Lipidology" en febrero de 2006 señaló que hay evidencia de que los productos lácteos fermentados tienen un efecto levemente decreciente sobre la presión arterial anormalmente alta, conocida como hipertensión. El artículo instó a un examen más detallado de los efectos del queso sobre los factores de riesgo de enfermedad coronaria.
Sistema inmunitario mejorado
Comer alimentos fermentados hace que sus intestinos sean menos vulnerables a las enfermedades intestinales y estimula su sistema inmunológico. Por ejemplo, el kéfir, una bebida espesa y ácida hecha al fermentar la leche con ciertos granos, no solo se digiere fácilmente, sino que también ayuda a colonizar los intestinos con microorganismos beneficiosos que ayudan a mantener una respuesta inmune saludable. Según la Universidad de las Naciones Unidas, el kéfir se ha utilizado en el tratamiento de la tuberculosis, el cáncer y la tuberculosis pulmonar.
Desventaja del cáncer gástrico
Si bien los estudios muestran los muchos beneficios de los alimentos fermentados, existen algunas preocupaciones. Un artículo publicado en "Cancer Science" en enero de 2011 ofreció un metanálisis de informes sobre el efecto de comer alimentos de soya fermentados y no fermentados sobre el riesgo de desarrollar cáncer gástrico. El estudio reveló que una alta ingesta de alimentos de soya fermentados se asoció significativamente con un mayor riesgo de cáncer gástrico, mientras que una dieta alta en alimentos de soya no fermentados es importante para reducir el riesgo de cáncer gástrico.