Los conservantes artificiales pueden ayudar a que su comida dure más sin contaminarse con enfermedades transmitidas por los alimentos, razón por la cual se encuentran en tantos alimentos procesados diferentes. Aunque todos los conservantes artificiales utilizados en los Estados Unidos han sido considerados "generalmente reconocidos como seguros" por la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos, no todos estos aditivos son 100 por ciento seguros para todos. Algunos conservantes están asociados con efectos adversos, que pueden implicar una reacción desagradable en personas sensibles a un aditivo en particular o un riesgo potencial de cáncer.
Conservando comida
Los conservantes artificiales pueden actuar como antioxidantes, hacer que los alimentos sean más ácidos, reducir el nivel de humedad de los alimentos, ralentizar el proceso de maduración y prevenir el crecimiento de microorganismos, todo lo cual ayuda a que los alimentos duren más. Esto significa que puede hacer menos viajes a la tienda y tener menos desperdicio de alimentos porque los conservantes ayudan a minimizar la cantidad de alimentos que compra que se daña antes de que pueda comerlos.
Limitación de enfermedades transmitidas por alimentos
Aproximadamente uno de cada seis estadounidenses contrae una enfermedad transmitida por alimentos cada año, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Sin conservantes artificiales para limitar la propagación de los organismos que causan estas enfermedades, este número podría ser aún mayor. Algunas de estas enfermedades, como el botulismo, pueden ser mortales.
Posibles reacciones adversas
Ciertos conservantes, incluidos los sulfitos y el benzoato de sodio, pueden causar reacciones adversas en un pequeño porcentaje de la población. Los sulfitos ayudan a limitar el crecimiento de bacterias en el vino y la decoloración de los frutos secos, pero pueden causar reacciones alérgicas potencialmente mortales en personas sensibles, como erupciones cutáneas, presión arterial baja, diarrea, enrojecimiento, dolor abdominal, reacciones asmáticas y shock anafiláctico. El benzoato de sodio, también llamado ácido benzoico, se usa en alimentos ácidos para evitar el crecimiento de microorganismos. En individuos sensibles, puede causar asma, urticaria y otras reacciones alérgicas.
Mayor riesgo de cáncer
Aunque el benzoato de sodio generalmente se considera seguro para las personas que no son sensibles a él, cuando se combina con ácido ascórbico en alimentos ácidos puede producir benceno, lo que puede aumentar ligeramente su riesgo de leucemia y otros tipos de cáncer, según el Centro de Ciencias en el interés público. Los nitratos y nitritos, que a menudo se usan para conservar las carnes curadas, como la carne de almuerzo y los perros calientes, también pueden aumentar su riesgo de ciertos tipos de cáncer, según la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. Algunos otros conservantes se han relacionado con un posible aumento en el riesgo de cáncer, aunque hasta ahora la evidencia de esto es preliminar y conflictiva. Estos incluyen galato de propilo, hidroxianisol butilado o BHA, hidroxitolueno butilado o BHT y terc-butilhidroquinona o TBHQ.