¿Qué causa la debilidad después del ejercicio?

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Anonim

Si con frecuencia siente fatiga o debilidad después de sus entrenamientos, puede estar entrenando en exceso. Crédito: Pekic / E + / GettyImages

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La debilidad después del ejercicio puede provenir de la respiración restringida, la hidratación o la nutrición inadecuadas, la falta de enfriamiento o el descanso inadecuado entre los entrenamientos. Presta atención a estas áreas de tu práctica de entrenamiento para encontrar la solución para ti.

Practica la respiración adecuada

Si esto sucede después de un entrenamiento, debe sentarse y pasar tres a cinco minutos tomando tres respiraciones profundas a la vez. Exhale completamente antes de tomar el siguiente aliento. Cuando se sienta mejor, puede levantarse lentamente y reanudar una posición de pie.

Come bien e hidrata adecuadamente

Su cuerpo necesita suficiente agua y el tipo correcto de alimentos para tener un entrenamiento exitoso y sentirse bien después. La falta de agua conduce a la deshidratación durante el ejercicio, mientras que hacer ejercicio con el estómago vacío puede causar una caída repentina del azúcar en la sangre. Uno o ambos pueden dejarlo con sentimientos de debilidad después del ejercicio.

El ejercicio eleva la temperatura de tu cuerpo, por lo que naturalmente sudas para refrescarte. Si no reemplaza el agua que se pierde al sudar, puede deshidratarse.

A medida que hace ejercicio, sus músculos queman más glucosa de lo normal porque necesitan la energía. A medida que se agota la glucosa en el torrente sanguíneo, su cerebro puede quedarse sin hambre de la glucosa que necesita, lo que provoca sentimientos de mareo, confusión, dolor de cabeza o fatiga.

Prevenir la deshidratación y el bajo nivel de azúcar en la sangre significa prestar atención a lo que come y bebe , antes, durante y después de hacer ejercicio. Necesitas una dieta que equilibre carbohidratos complejos, verduras, frutas y proteínas para alimentar tus músculos.

Para ayudar a equilibrar sus necesidades de alimentos y agua con su programa de ejercicios, puede:

  • Coma un refrigerio o una comida ligera una o dos horas antes de hacer ejercicio.
  • Coma nuevamente dentro de una hora después de terminar su entrenamiento.
  • Beba agua durante todo el día, con un promedio de 10 a 12 vasos de ocho onzas.
  • Beba agua o bebidas deportivas a intervalos durante su entrenamiento para reemplazar los líquidos y electrolitos perdidos por la sudoración.

Tómese el tiempo para refrescarse

El enfriamiento es más que un buen toque final. Hecho correctamente, puede ayudar a prevenir una caída repentina de la presión arterial que podría hacerte sentir débil después de un entrenamiento.

Durante el ejercicio activo, su corazón bombea más rápido, empujando más sangre a los músculos de los brazos y piernas, mientras que los vasos sanguíneos cercanos a la superficie de la piel se dilatan para ayudar a disipar el calor. Si deja de hacer ejercicio de repente, su frecuencia cardíaca disminuye, pero la sangre puede permanecer en los vasos sanguíneos expandidos, reduciendo la cantidad de sangre oxigenada bombeada desde el corazón al cerebro. Cuando su cerebro no recibe suficiente oxígeno, se siente mareado o aturdido, a veces lo suficiente como para desmayarse.

Puede evitar esto tomando 10 minutos para reducir gradualmente su nivel de actividad cerca del final de su sesión de ejercicio. Pase unos minutos continuando su actividad a un ritmo más lento, luego unos minutos en una actividad de bajo nivel como caminar. Termina con varios minutos de estiramiento.

Descanse entre entrenamientos

Descansar entre entrenamientos es tan importante como los períodos de ejercicio en sí. Los músculos necesitan tiempo para reconstruirse y crecer antes de regresar para el próximo entrenamiento. Sentirse fatigado es una señal de que no ha completado su recuperación. Durante este tiempo, realice actividades de bajo impacto hasta que se sienta lo suficientemente descansado como para volver a su horario de entrenamiento.

Esforzarse constantemente más allá de sus límites puede conducir al síndrome de sobreentrenamiento, que se caracteriza por:

  • Rendimiento decreciente
  • Cambios de humor
  • Mayor riesgo de lesiones.
  • Cambios metabólicos perjudiciales.

En muchos casos, puede prevenir el sobreentrenamiento obteniendo una nutrición adecuada y tomando días de descanso. Puede beneficiarse de la ayuda profesional para establecer y mantener un programa de capacitación que funcione para usted. También debe buscar ayuda médica si se presentan síntomas de debilidad, fatiga o mareos durante el ejercicio, o si sus síntomas posteriores al entrenamiento no desaparecen después de hacer ajustes razonables a su rutina.

¿Qué causa la debilidad después del ejercicio?