Una dieta saludable es importante para mantenerlo energizado físicamente, pero los malos hábitos de nutrición también se vinculan con problemas neurológicos o cerebrales, como la pérdida de memoria. Pequeñas cantidades de vitaminas esenciales que se encuentran en su dieta diaria le proporcionan los nutrientes funcionales que necesita para mantener la salud del cerebro y el cuerpo. Sin embargo, las deficiencias vitamínicas extremas subyacen a las complicaciones de la memoria asociadas con afecciones médicas como la demencia y la enfermedad cerebral alcohólica.
Vitaminas Esenciales
Trece vitaminas son esenciales para su dieta, lo que significa que su cuerpo las necesita para funcionar correctamente. Las vitaminas A, D, E y K son las vitaminas liposolubles que se almacenan en las células grasas. La vitamina C y las ocho vitaminas B restantes son solubles en agua; Su cuerpo usa lo que necesita y elimina el exceso de orina diariamente. En su mayor parte, una dieta rica en frutas, verduras, granos y proteínas magras es suficiente para satisfacer sus necesidades diarias de vitaminas. Sin embargo, el proceso normal de envejecimiento, desnutrición o circunstancias atenuantes como las condiciones que causan la mala absorción de nutrientes puede dificultar la forma en que su cuerpo absorbe y usa estas vitaminas, lo que lleva a una deficiencia. La deficiencia de vitaminas más comúnmente asociada con la pérdida de memoria es la vitamina B-1 o tiamina, aunque otras deficiencias de vitaminas B y vitamina D podrían estar relacionadas con la pérdida de memoria asociada con el alcoholismo, la demencia, la enfermedad de Parkinson y la enfermedad de Alzheimer.
Deficiencia de tiamina
La tiamina, como las otras vitaminas B, es un nutriente importante para metabolizar los alimentos en energía y proteger varias funciones del sistema nervioso. Las altas concentraciones de tiamina residen en su cerebro y ayudan al funcionamiento adecuado de las enzimas necesarias para producir neurotransmisores para el pensamiento, el movimiento, el estado de ánimo y la memoria. Aunque la tiamina se encuentra fácilmente en alimentos como el pollo, los granos integrales, las nueces y los frijoles, una dieta que excluya estos alimentos aumenta su riesgo de deficiencia. Sin embargo, el consumo excesivo de alcohol puede dificultar la absorción de tiamina y también causar deficiencia. La deficiencia severa de tiamina produce el síndrome de Wernicke-Korsakoff, un trastorno neurológico caracterizado por síntomas de confusión, pérdida de memoria a corto y largo plazo. La ingesta diaria recomendada de tiamina para adultos es de 1.1 a 1.2 mg.
Vitaminas B-3, B-6, B-9 y B-12
Las vitaminas B tienen tareas químicas que cumplir en su cuerpo, pero en general algunas de las vitaminas no pueden completar procesos vitales sin la presencia de otras vitaminas B. Por ejemplo, la vitamina B-3, que es importante en el metabolismo digestivo, se basa en niveles adecuados de vitamina B-6 para llevar a cabo sus procesos metabólicos. Del mismo modo, las vitaminas B-6, B-9 y B-12 trabajan juntas para regular el aminoácido homocisteína en la sangre para que no se produzca en exceso. La deficiencia en cualquiera de estas vitaminas aumenta el riesgo de altos niveles de homocisteína, que está relacionada con el inicio temprano de la demencia y la enfermedad de Alzheimer, señala el Instituto Linus Pauling. Los alimentos que contienen estas vitaminas B incluyen granos enteros, papas, nueces, aves y vegetales de hoja verde.
Deficiencia de vitamina D
La investigación preliminar realizada por los Institutos Nacionales de Salud y la Universidad de Exeter según lo informado por la publicación en línea "Scientific American" indica que la deficiencia de vitamina D podría vincularse al deterioro cognitivo en forma de demencia. La vitamina D se asocia más comúnmente con la salud ósea, pero el estudio de la Universidad de Exeter concluyó que más de la mitad de los participantes del estudio con demencia también tenían deficiencia de vitamina D. Estos resultados son significativos ya que la vitamina D no se obtiene fácilmente de las fuentes de alimentos, pero se están realizando investigaciones para encontrar el vínculo exacto entre la deficiencia de vitamina D y el deterioro cognitivo. Puede obtener vitamina D por la exposición directa a la piel a la luz solar, pero esto conlleva el riesgo de cáncer de piel. La ingesta adecuada de vitamina D es de 400 a 600 UI por día. Los lácteos fortificados y el pescado contienen esta vitamina.