La presión arterial se refiere a la fuerza contra las paredes de las arterias cuando el corazón hace circular la sangre por todo el cuerpo. Una presión arterial normal es inferior a 120 sobre 80 y la presión arterial alta es de 140 sobre 90 o superior. El primer número representa la presión contra las paredes de las arterias cuando late el corazón. El segundo número representa la fuerza entre latidos. El volumen sanguíneo, la resistencia al flujo y el grosor de la sangre influyen en la presión arterial. Sin embargo, en ausencia de enfermedad cardíaca, la presión arterial rara vez permanece alterada a largo plazo, según el Instituto Nacional de Investigación Biomédica del Espacio. Si tiene presión arterial alta, trabaje con su médico para hacer los cambios de estilo de vida y dieta necesarios.
Factores que puedes controlar
Una dieta pobre, particularmente una con exceso de sal, puede contribuir a la presión arterial elevada. La falta de actividad física, el consumo excesivo de alcohol, el tabaquismo y el estrés crónico a largo plazo pueden influir negativamente en la presión arterial. Si tiene sobrepeso, perder de 10 a 20 libras puede ayudar a reducir su presión arterial, según la American Heart Association.
Factores que no puedes controlar
A medida que envejece, sus arterias se vuelven rígidas y pierden flexibilidad, lo que requiere que su corazón bombee más fuerte para hacer circular la sangre. La genética también juega un papel importante. Si tus padres o parientes cercanos tienen presión arterial alta, también es más probable que la desarrolles.