¿Qué puede hacer un cambio repentino en la dieta y el ejercicio?

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Anonim

Hay muchas razones por las que de repente cambiarías tu dieta o rutina de ejercicios. Tal vez sus horas de trabajo hayan cambiado y tenga más tiempo disponible. O tal vez tiene un objetivo específico en mente, como perder peso, y está haciendo cambios inmediatos para lograr ese objetivo. Cualquiera sea la razón, un cambio repentino hará que su cuerpo reaccione en consecuencia.

Los cambios intensos de actividad pueden hacerte sentir cansado. Crédito: pojoslaw / iStock / Getty Images

Fatiga

El ejercicio intenso puede hacerte sentir cansado y agotado. Crédito: BartekSzewczyk / iStock / Getty Images

Si está acostumbrado a hacer ejercicio solo durante unos minutos un par de veces a la semana, un cambio repentino puede hacer que se sienta cansado. El ejercicio intenso puede afectar sus músculos y su sistema cardiovascular, dejándolo adolorido y ansioso por pasar más horas en cama. Sin embargo, esto solo debería durar unos pocos entrenamientos, hasta que su cuerpo se acostumbre al cambio de rutina. A la larga, el ejercicio en realidad mejora la fatiga. Según un estudio realizado en 2008 por la Universidad de Georgia, las personas que hacen ejercicio durante tan solo 20 minutos tres veces por semana verán una mejora en sus niveles de energía. Si también está reduciendo su consumo de calorías mientras aumenta su actividad física, es posible que su cuerpo no tenga suficiente energía para seguir adelante. Asegúrese de no romper la dieta, especialmente si hace ejercicio todos los días.

Mareos y otros síntomas

Un aumento repentino en la intensidad o cantidad de tus entrenamientos. Crédito: kzenon / iStock / Getty Images

Un aumento repentino en la cantidad o la intensidad de sus entrenamientos puede causar una serie de efectos secundarios. El ejercicio extremo puede provocar mareos, dolores de cabeza, deshidratación y presión arterial baja. Durante largos períodos de tiempo, puede perder suficiente grasa corporal como para interrumpir los procesos naturales de su cuerpo, incluido su período mensual si es mujer. También corre el riesgo de lesionarse las rodillas o perder masa corporal, especialmente si el aumento en el ejercicio se acompaña de un cambio significativo en los hábitos alimenticios.

Cambios emocionales

La comida y el ejercicio pueden afectar tu estado de ánimo. Crédito: Maridav / iStock / Getty Images

Tanto la comida como el ejercicio pueden tener un impacto en tu estado de ánimo. El impacto podría ser positivo o negativo, dependiendo de los cambios drásticos que esté introduciendo. Si eres sedentario y comes comida chatarra regularmente, un cambio repentino puede causar efectos secundarios buenos y malos. Por un lado, es posible que te sientas más relajado y lleno de energía, ya que el ejercicio puede mejorar el estado de ánimo y ayudarte a combatir el estrés, según el National Children's Bureau. Sin embargo, reducir drásticamente la ingesta de calorías o carbohidratos puede hacerte sentir malhumorado y nervioso, por lo que es mejor no romper la dieta.

Cambios en el peso

Un cambio repentino en el ejercicio y los hábitos alimenticios puede ayudarlo a salir de una meseta de pérdida de peso. Crédito: Bine Å edivy / iStock / Getty Images

Un cambio repentino en el ejercicio y los hábitos alimenticios puede ayudarlo a salir de una meseta de pérdida de peso. Según el entrenador personal certificado Davey Wavey, cambiar la intensidad o la duración de su entrenamiento puede reiniciar su pérdida de peso. Lo mismo podría ocurrir si cambia a una actividad diferente o intenta un cambio radical en la dieta, como reducir la grasa, los carbohidratos o las calorías.

¿Qué puede hacer un cambio repentino en la dieta y el ejercicio?