La hipoxia cerebral es la condición en la cual el cerebro experimenta una falta de oxígeno. Cualquier cantidad de afecciones puede causar hipoxia, incluidos derrames cerebrales, intoxicación por monóxido de carbono, disfunción cardíaca, ahogamiento y lesiones sufridas al nacer. En comparación con otros tipos de células, las células cerebrales son especialmente sensibles a la hipoxia, y rápidamente comienzan a morir cuando se les priva de oxígeno. La hipoxia cerebral puede afectar la función cerebral, dañar las células cerebrales y provocar la muerte. La privación de oxígeno puede ser leve, causando la aparición lenta de síntomas, o severa, lo que lleva a cambios rápidos.
Coma
Cuando el oxígeno está severamente limitado o falta durante largos períodos de tiempo, el cuerpo se apaga y se vuelve comatoso. Si está en coma, está inconsciente y no responde a estímulos como el ruido o el dolor. Otros no podrán despertarlo y usted no realizará ninguna acción voluntaria. Si se recupera el suministro de oxígeno, puede recuperarse lo suficiente como para despertarse de un coma, pero es probable que haya ocurrido un daño cerebral permanente.
Cambios cognitivos, de comportamiento y de personalidad.
Los componentes de la personalidad residen en el lóbulo frontal del cerebro y cuando la hipoxia cerebral causa daño en el lóbulo frontal, pueden ocurrir cambios en la personalidad. Después de un derrame cerebral, a veces los seres queridos informan que la víctima del derrame cerebral es "como una persona diferente". La gravedad de los cambios está relacionada con la gravedad de la hipoxia.
Según el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares, los cambios cognitivos y de comportamiento también pueden ocurrir después del daño cerebral asociado con la hipoxia. Dichos cambios pueden incluir disminución de la atención, falta de juicio y pérdida de memoria.
Habilidades motoras
Un síntoma que a menudo se reconoce con la hipoxia cerebral es la pérdida de las habilidades motoras o la coordinación adecuada. El cerebelo es responsable de gran parte de nuestro movimiento y equilibrio coordinados. La muerte celular puede provocar sacudidas y otros problemas motores.
Ritmo cardiaco
Cuando el cerebro no recibe suficiente oxígeno, la frecuencia cardíaca aumentará en un intento de entregar más oxígeno. Si la hipoxia es lo suficientemente grave, el corazón no podrá cumplir con la demanda y eventualmente puede fallar, causando un ataque al corazón.
Desmayo
Los niveles de oxígeno cerebral a veces pueden caer repentinamente, de modo que los procesos corporales no esenciales se cierran, permitiendo que continúen las funciones vitales del cerebro. El desmayo es el resultado. Los síntomas como mareos, náuseas y sensación de calor pueden preceder al desmayo, según la Clínica Mayo. Si se desmaya regularmente, consulte a su médico para determinar si existe una causa subyacente grave.
Muerte cerebral
El resultado final de la hipoxia severa, si no se revierte, es la muerte cerebral. De acuerdo con la Asociación Estadounidense de Enfermeras de Cuidados Críticos, la muerte cerebral está determinada por un paciente que muestra coma, ausencia de respuesta al dolor, falta de todos los reflejos nerviosos craneales y apnea, o falta de respiración independiente de la maquinaria.