Los conservantes son productos químicos utilizados para mantener los alimentos frescos. Aunque hay varios tipos diferentes de conservantes de alimentos, los antimicrobianos, los antioxidantes y los productos que retrasan el proceso de maduración natural son algunos de los más comunes. A pesar de su importante función, los conservantes pueden presentar una serie de riesgos graves para la salud.
Mayor riesgo de cáncer
El cáncer es un efecto secundario grave asociado con el uso de conservantes. De hecho, el Programa Nacional de Toxicología informa que el galato de propilo, un conservante comúnmente utilizado para estabilizar ciertos cosméticos y alimentos que contienen grasa, puede causar tumores en el cerebro, la tiroides y el páncreas. Del mismo modo, InChem, una organización que proporciona información revisada por pares sobre productos químicos y contaminantes, señala que los nitrosames, incluidos los nitratos y nitritos, pueden conducir al desarrollo de ciertos compuestos que causan cáncer al interactuar con los ácidos estomacales naturales. Las nitrosaminas se encuentran en una variedad de alimentos, incluida la carne curada, la cerveza y la leche descremada en polvo.
Hiperactividad en niños
La hiperactividad en los niños es otro posible efecto secundario asociado con el uso de conservantes. Un estudio publicado en 2004 en "Archives of Disease in Childhood" observó un aumento significativo en el comportamiento hiperactivo en niños de 3 años que tomaron conservantes de benzoato. Los niños que se inscribieron en el estudio también demostraron una disminución en el comportamiento hiperactivo después de dejar de tomar conservantes de benzoato. Si bien los benzoatos se pueden encontrar en varios alimentos, a menudo se usan para conservar alimentos y bebidas ácidos, como refrescos, encurtidos y jugos de frutas.
Salud cardíaca reducida
Algunas personas pueden experimentar daños en su corazón como resultado del uso de conservantes, informa InChem. Los nitratos de sodio pueden hacer que los vasos sanguíneos se estrechen y se vuelvan más rígidos. Además, los nitratos pueden afectar la forma en que el cuerpo procesa el azúcar y pueden ser los culpables del desarrollo de algunos tipos de diabetes, señala la Escuela de Salud Pública de Harvard.
Evitar conservantes
Cortar los conservantes completamente de su dieta puede ser difícil. Sin embargo, reducir su consumo tanto como sea posible puede ser beneficioso para aquellos que desean evitar condiciones de salud crónicas. Incorporar frutas frescas, verduras, granos integrales, carnes magras y lácteos bajos en grasa en su dieta es una forma efectiva de reducir la ingesta de conservantes. Lea las etiquetas de los alimentos envasados para identificar las fuentes de nitratos, benzoatos, galatos de propilo y otros conservantes peligrosos. Por ejemplo, el Centro MD Anderson de la Universidad de Texas informa que los alimentos curados o ahumados, que generalmente incluyen conservantes, probablemente incluirán nitratos o nitritos en la lista de ingredientes.
