Vitaminas y ataques de pánico

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Anonim

Si alguna vez has experimentado un ataque de pánico, probablemente vivas con un miedo tremendo al siguiente. Los ataques de pánico pueden sentir que está teniendo un ataque cardíaco o muriendo. Si bien las vitaminas no son una cura, ciertos nutrientes pueden aliviar la ansiedad y posiblemente disminuir la frecuencia de los ataques de pánico. Si sufre ataques de pánico, consulte a su médico en lugar de intentar tratar la afección con suplementos. Discuta cualquier suplemento que pueda estar tomando con su médico, ya que los suplementos pueden causar interacciones con ciertos medicamentos.

Las vitaminas pueden aliviar los ataques de pánico.

Sobre los ataques de pánico

Puede ser tomado completamente desprevenido cuando experimente un ataque de pánico, ya que parecen venir de la nada. Si sufre ataques de pánico sin una causa fácilmente identificable, puede tener un trastorno de pánico. Los síntomas físicos incluyen temblores, palpitaciones o latidos fuertes del corazón, sudoración, dolor en el pecho, falta de aliento o hiperventilación y tensión muscular; Los síntomas mentales incluyen sentimientos de miedo y aumento de la ansiedad, como si su vida estuviera en peligro. Si bien el trastorno de pánico generalmente se trata con medicamentos y psicoterapia, ciertas vitaminas y nutrientes pueden tener un efecto calmante y ayudar a regular su sistema nervioso, según el experto en salud holística Christopher Hobbs y el Dr. Elson Haas en su libro "Vitamins for Dummies".

Complejo de vitamina B

Las vitaminas del complejo B son cruciales para el buen funcionamiento de su sistema nervioso, según los autores Hobbs y Haas, y pueden ser beneficiosas para los pacientes que sufren ataques de pánico. Las vitaminas del complejo B incluyen B-1 o tiamina; B-2 o riboflavina; B-3, niacina; B-5, ácido pantoténico; B-6, piridoxina; B-7, biotina; B-9, ácido fólico; y B-12, cobalamina. Las vitaminas del complejo B a menudo se denominan nutrientes antiestrés. Según la Sociedad Estadounidense del Cáncer, las vitaminas B-1 y 2 se encuentran en los cereales y granos integrales, la B-3 se encuentra principalmente en el hígado, el pescado y el pollo, la B-5 se encuentra en casi todos los alimentos, la B-6 se encuentra en el pescado, hígado, carne de cerdo y plátanos, B-7 está en maní, hígado y yemas de huevo, B-9 se puede encontrar en vegetales de hoja verde y hígado, y B-12 está en huevos, carnes y aves, entre otros. Las vitaminas B son cruciales para la producción de neurotransmisores reguladores del estado de ánimo. Según el Better Health Channel, las vitaminas B se destruyen fácilmente cuando los alimentos se cocinan o procesan. Si bien es poco común, algunas personas experimentan deficiencias de ciertas vitaminas B si su dieta no incluye suficientes de estos alimentos. Las deficiencias en vitaminas B pueden provocar ansiedad, confusión mental, fatiga y depresión, entre otros posibles síntomas. Los estudios clínicos son limitados con respecto a la efectividad de la suplementación con vitaminas B en la ansiedad y el pánico; sin embargo, un estudio publicado en la edición de abril de 2009 de la revista "Alimentary Pharmacology and Therapeutics" mostró que la suplementación con vitamina B disminuyó significativamente la ansiedad y la depresión y mejoró la sensación de bienestar en pacientes con enfermedad celíaca. Según el Dr. Benjamin Root en su libro "Comprender el pánico y otros trastornos de ansiedad", muchas personas creen en la eficacia de las vitaminas B, especialmente B-6, 9 y 12, para aliviar la ansiedad. Sin embargo, se necesita más investigación para evaluar completamente la efectividad de estas vitaminas para los ataques de pánico.

Vitamina C

En momentos de estrés, su cuerpo usa rápidamente sus suministros de vitamina C. La vitamina C es vital para la regulación del estrés y el soporte suprarrenal. Durante situaciones de pánico, las glándulas suprarrenales, que contienen altas cantidades de vitamina C, dispersan las hormonas del estrés adrenalina y cortisol en el torrente sanguíneo. Sin suficiente vitamina C, las glándulas suprarrenales en realidad liberan más cortisol en el torrente sanguíneo, y esto puede aumentar la sensación de pánico y ansiedad. Según el autor Jack Chellem en su libro "Feed Your Genes Right", sin una ingesta diaria adecuada de vitamina C, también es probable que se sienta más fatigado y estresado. La Oficina de Suplementos Dietéticos recomienda una ingesta diaria promedio de 75 mg para mujeres y 90 mg para hombres. Las buenas fuentes dietéticas de vitamina C incluyen frutas cítricas, brócoli, tomates, melón y otras frutas y verduras.

Calcio y Magnesio

El calcio y el magnesio son dos minerales que a menudo van de la mano, ya que se requiere magnesio para la absorción de calcio. Según los autores Hobbs y Haas, el calcio y el magnesio tienen efectos tranquilizantes que pueden ayudar a las personas que sufren de ansiedad y trastorno de pánico. En su libro "Estrés y energía: reduzca su estrés y aumente su energía", la naturópata Linda Page recomienda incluir alimentos ricos en calcio, como semillas de sésamo, almendras y alimentos que contienen soja, así como alimentos ricos en magnesio como plantas marinas, nueces y salvado para ayudar a prevenir ataques de pánico, aunque esto no está confirmado por estudios clínicos.

¿Es esto una emergencia?

Si experimenta síntomas médicos graves, busque tratamiento de emergencia de inmediato.

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