La vitamina D es una vitamina liposoluble importante para varios procesos biológicos, particularmente la formación ósea y la función inmune. La vitamina D se absorbe de los alimentos o se produce en la piel después de la exposición a la luz solar. En las últimas décadas, los investigadores han descubierto que un hígado sano es necesario para mantener niveles adecuados de vitamina D en el cuerpo. Muchos tipos de enfermedades hepáticas que causan daños en el hígado pueden provocar niveles bajos de vitamina D en el cuerpo.
Absorción de vitamina D
Se requiere un hígado sano en varios puntos diferentes durante el ciclo de vida biológico de la vitamina D. Debido a que la vitamina D es liposoluble, debe disolverse en moléculas de grasa para ser absorbida desde el tracto digestivo hacia el cuerpo. Para absorber las grasas y las vitaminas disueltas en esas grasas, el cuerpo necesita una sustancia llamada bilis, que contiene sales y enzimas que descomponen las moléculas grandes de grasa en moléculas más pequeñas que pueden ser absorbidas por los intestinos. La bilis es producida por el hígado, luego se almacena en la vesícula biliar y se libera a los intestinos durante la digestión.
Enfermedad hepática colestásica
La enfermedad hepática colestásica se refiere a un bloqueo en el flujo de bilis desde el hígado, lo que limita su disponibilidad a los intestinos. Varias dolencias hepáticas diferentes pueden provocar una reducción de la bilis, incluido el daño hepático causado por el alcoholismo, la hepatitis viral o los productos químicos tóxicos. Sin suficiente bilis, el cuerpo no puede descomponer y absorber las grasas, y pueden producirse deficiencias en vitaminas liposolubles como la vitamina D.
Activación de vitamina D
Cuando la vitamina D se absorbe por primera vez en los intestinos o se produce en la piel, está en forma inactiva. En el hígado, la vitamina D inactiva se convierte en su forma activa, llamada 25-hidroxivitamina D. Sin esta conversión en la forma activa, la vitamina D no puede realizar sus funciones vitales en el cuerpo. La actividad de la vitamina D aumenta aún más en los riñones, donde la 25-hidroxivitamina D se convierte en 1, 25-dihidroxivitamina D, la forma más potente de vitamina D.
Enfermedad Paranquimal del Hígado
La enfermedad del hígado parenquimatoso se refiere a enfermedades del hígado que no afectan la producción de bilis, sino que afectan las otras funciones que ocurren en el hígado, incluido el metabolismo de la vitamina D. Cuando alguien desarrolla la enfermedad del hígado parenquimatoso, su hígado ya no puede convertir eficientemente la vitamina D en 25-hidroxivitamina D, lo que lleva a síntomas de deficiencia de vitamina D. Muchos factores pueden causar enfermedad hepática parenquimatosa, incluido el alcoholismo, la hepatitis viral y varios tipos de infecciones.