La columna vertebral es fuerte y flexible, lo que permite que una persona se mueva libremente en muchas direcciones diferentes. Los huesos de la columna vertebral, llamados vértebras, están separados entre sí por discos intervertebrales de goma que actúan como cojines. Con los años, los discos comienzan a desgastarse como parte del proceso normal de envejecimiento. Se vuelven más delgados y más rígidos. También pueden ser expulsados de su posición habitual entre las vértebras adyacentes, produciendo un disco abultado o herniado.
El disco entre la quinta vértebra lumbar y la primera vértebra sacra se llama disco L5-S1. Debido a que la curva de la columna cambia en este lugar, se ejerce más tensión en este disco que en otros discos en la parte inferior de la espalda. Esto hace que el disco L5-S1 sea particularmente susceptible a la degeneración. El dolor lumbar, los espasmos musculares y el dolor radicular se encuentran entre los síntomas más comunes de un disco degenerativo L5-S1.
Dolor de espalda baja
El dolor de espalda es un síntoma común de un disco degenerativo L5-S1. El dolor generalmente se encuentra en la línea media de la espalda baja. Generalmente es una sensación de dolor crónico, leve a moderado, con brotes intermitentes de dolor severo que duran unos pocos días o semanas.
El dolor de espalda de un disco degenerativo suele empeorar al sentarse, agacharse, torcerse, estornudar o toser. A menudo se alivia al caminar. Evitar los movimientos que causan dolor y tomar acetaminofeno (Tylenol) o medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno (Advil, Motrin) o el naproxeno (Aleve), a menudo son útiles.
Espasmos musculares
Los espasmos musculares en la parte baja de la espalda a menudo ocurren con un disco degenerativo, especialmente durante los brotes de dolor de disco. El dolor de espasmo es típicamente severo. Una almohadilla térmica es con frecuencia útil. Los relajantes musculares, como el metocarbamol (Robaxin) o el carisoprodol (Soma), o los analgésicos fuertes, como los opioides, a veces se necesitan por un corto período de tiempo. Los espasmos persistentes a menudo indican que la degeneración del disco está empeorando.
Dolor Radicular
Si el disco L5-S1 se adelgaza, se abulta o se hernia, los nervios que salen de la médula espinal pueden pellizcarse. La presión sobre estas raíces nerviosas produce dolor radicular, que viaja hacia la parte posterior de las nalgas, las caderas o las piernas. El dolor radial a menudo se siente como un shock o una sensación de ardor.
El tratamiento de las áreas de dolor radicular no tendrá ningún efecto, ya que el dolor se origina en la raíz nerviosa. Los medicamentos que son especialmente buenos para el dolor nervioso, como la gabapentina (Neurontin), la pregabalina (Lyrica) o la amitriptilina (Elavil), a menudo son útiles. Se puede recetar un ciclo corto de esteroides orales, como metilprednisolona (Medrol). Las inyecciones epidurales de esteroides o la cirugía espinal a veces son necesarias.
Entumecimiento, hormigueo y debilidad
La presión sobre las raíces nerviosas puede producir entumecimiento, hormigueo o sensaciones de alfileres y agujas en las áreas suministradas por el nervio. Con un disco degenerativo L5-S1, estas sensaciones generalmente se sienten en el exterior del tobillo, el talón o el pie.
Los nervios comprimidos también pueden dejar de enviar señales desde el cerebro a los músculos que controlan. Con un disco degenerativo L5-S1, la presión sobre las raíces nerviosas puede afectar los músculos que doblan el pie hacia abajo en el tobillo. Esto resulta en debilidad o incapacidad total para mover el pie hacia abajo.
Buscando atención médica
Si su dolor de espalda baja dura más de unos pocos días, consulte a su médico para determinar la causa. Obtenga atención médica inmediata si su dolor de espalda es intenso o si desarrolla dolor radicular, entumecimiento, hormigueo o debilidad.
Revisado y revisado por Mary Daley, MD