No hay duda de que usar una bicicleta estacionaria puede ayudarlo a ponerse en forma, perder peso e incluso desarrollar músculo. Sin embargo, cuando se trata de la velocidad a la que debe conducir, todo dependerá de su nivel de condición física y de lo mucho que esté dispuesto a trabajar. En otras palabras, no compare las velocidades con otras personas que pueden estar usando la misma marca de bicicleta; Este es su viaje de acondicionamiento físico, y la única persona contra la que necesita competir es contra usted mismo.
Una alternativa a la velocidad
Cuando haces ejercicio, debes asegurarte de hacer ejercicio a una intensidad que produzca resultados. En lugar de enfocarse en su velocidad, intente usar lo que se llama la "prueba de conversación", promovida por investigadores del Consejo Estadounidense sobre Ejercicio como una forma simple pero altamente efectiva de determinar qué tan duro está trabajando. Dado que se adapta a su nivel de condición física individual, es más efectivo que nombrar una determinada velocidad a la que debería andar en bicicleta. También puede ser más revelador que controlar su frecuencia cardíaca con el monitor de frecuencia cardíaca de la bicicleta, ya que los rangos de "objetivo" en las computadoras estacionarias para bicicletas se basan en promedios que pueden ser o no precisos para usted.
Cómo hacerlo
Es simple: si su corazón late más rápido, sus pulmones están trabajando más duro y puede hablar cómodamente, pero no puede cantar, es probable que esté trabajando a un nivel ideal para mejorar su salud cardiovascular y perder peso. Cuando llegas al punto en que hablar se vuelve aún más difícil y no puedes decir más que unas pocas palabras, has alcanzado otro nivel de intensidad de ejercicio. Ese nivel va a quemar más calorías y mejorar su rendimiento, pero es más difícil de mantener durante un largo período de tiempo. Si pedalea esa bicicleta tan rápido que no puede hablar más que una sola palabra, probablemente no podrá sostenerla por más de unos minutos. Como regla general, apunte a la zona "fácil de hablar" para sesiones de ejercicio más largas, la zona "más difícil de hablar" para sesiones más cortas y rápidas de 20 minutos o menos, y la zona "realmente difícil de hablar" solo con moderación.