Su cuerpo tiene mecanismos complejos que ayudan a controlar su presión arterial, que es la fuerza contra las paredes de los vasos sanguíneos (ref. 1). Los sensores de presión ubicados en las paredes de los vasos sanguíneos detectan cambios en la presión arterial y envían mensajes a su cerebro, ordenándole que realice ajustes en su cuerpo que afectarán su presión arterial (ref. 3).
Factores principales que afectan la presión arterial
Las principales formas en que su cuerpo puede regular su presión arterial incluyen: - Cambiar el latido de su corazón: cuando su corazón late más rápido, más sangre bombea a través de sus vasos sanguíneos y la presión arterial es más alta. Del mismo modo, cuando su corazón late con contracciones más fuertes, bombea más sangre con cada latido y aumenta la presión. - Contraer o expandir las paredes de los vasos sanguíneos: las paredes de los vasos sanguíneos son musculares, lo que les permite expandirse o contraerse. Los vasos más estrechos causan un flujo sanguíneo más rápido y una presión arterial más alta (ref 4). Los vasos dilatados son más anchos, lo que permite que la sangre fluya fácilmente (ref. 4). - Función renal: su cuerpo también puede ajustar su volumen de sangre controlando la retención de agua y la micción a través de la función renal (ref. 2). Cuanto mayor sea su volumen sanguíneo, mayor será su presión arterial.
Control diario de la presión arterial
La presión arterial cambia a lo largo del día. Es más bajo cuando está dormido o descansando, y más alto cuando está activo o excitado (ref. 1). Su cuerpo se adapta rápidamente a estos cambios controlando el latido de su corazón y el diámetro de los vasos sanguíneos (ref. 5). Por ejemplo, cuando comienza a hacer ejercicio, la presión arterial aumenta (ref. 5). Los sensores de presión en sus vasos sanguíneos detectan este aumento y envían mensajes a su cerebro para desacelerar los latidos de su corazón, disminuir la fuerza de las contracciones de su corazón y relajar las paredes de los vasos sanguíneos para reducir la presión arterial (ref. 5). O, cuando pasa rápidamente de una posición acostada a una posición de pie, la presión arterial baja (ref. 5). Su cuerpo lo siente y aumenta la frecuencia cardíaca y la fuerza de las contracciones, y contrae las paredes de los vasos sanguíneos para aumentar su presión arterial (ref. 5).
Control de la presión arterial en momentos de estrés
En otros casos, su presión arterial puede caer repentinamente, como cuando se lesiona y pierde mucha sangre (ref. 5). Además de desencadenar cambios en el ritmo cardíaco y las paredes de los vasos sanguíneos, la caída repentina de la presión arterial también desencadenará la liberación de hormonas que afectan la función renal (ref. 5). Si pierde mucha sangre, su cuerpo detecta la caída del volumen sanguíneo y desencadena la producción de hormonas que le indican a los riñones que retengan sal y agua (ref. 5). Esto aumenta su volumen de sangre, lo que aumenta la presión arterial (ref. 2).
Regulación de la presión arterial a largo plazo
A largo plazo, sus riñones son los principales responsables de la presión arterial. De hecho, muchos medicamentos para bajar la presión arterial funcionan al provocar que los riñones liberen exceso de sodio y líquido. Cuando funciona correctamente, este sistema de regulación de fluidos mantiene la presión arterial relativamente constante a lo largo de los años (ref. 5). Cuando su presión arterial es alta, se liberan hormonas para indicar un aumento de la micción, disminuyendo el volumen sanguíneo y la presión arterial (ref. 2). Cuando el volumen y la presión sanguínea son demasiado bajos, las hormonas secretadas por el cerebro le indican a los riñones que retengan sodio y agua, lo que aumenta el volumen y la presión sanguínea (ref. 5). Los problemas con este sistema pueden provocar presión arterial alta, lo que aumenta el riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.