Una dieta alta en proteínas es una opción popular para las personas que intentan perder o aumentar de peso. Debido a que la proteína constituye los componentes básicos del músculo, los seguidores de las dietas altas en proteínas esperan ganar músculo o preservar la masa muscular mientras intentan perder peso. Sin embargo, las dietas excesivamente altas en proteínas pueden tener un impacto negativo en el sistema renal. Estos efectos aparecen en la orina, que es un producto de desecho del sistema renal.
Urea
La proteína está compuesta de moléculas de nitrógeno, carbono, oxígeno e hidrógeno. El cuerpo puede metabolizar todo eso menos el nitrógeno. El nitrógeno es esencial para formar muchos aminoácidos diferentes necesarios para la función corporal, pero se debe excretar el exceso de nitrógeno. El hígado convierte el exceso de nitrógeno en urea, que luego viaja a través de la sangre y hacia los riñones para ser filtrada. Una dieta alta en proteínas puede aumentar la producción de urea; El exceso de urea puede aparecer en la orina.
Micción
Una dieta alta en proteínas facilita una mayor producción de volumen de orina. El aumento de urea en el cuerpo, impulsa la necesidad de más filtración por los riñones. Esto significa que se extrae más agua de la sangre para compensar la eliminación de urea. Orinar en exceso mientras sigue una dieta alta en proteínas puede conducir a la deshidratación, señala The American Kidney Fund.
Calcio
Un estudio realizado por Roichi Itoh, que apareció en el American Journal of Clinical Nutrition en 1998, encontró que el aumento del consumo de proteínas conduce a un aumento de calcio en la orina. Aunque el mecanismo exacto para esto no se entiende bien, el impacto de la pérdida excesiva de calcio sigue siendo muy importante. La pérdida de calcio se asocia con una pérdida en la densidad mineral ósea y un aumento en las condiciones osteoporóticas, especialmente en los ancianos.