Las grasas o los lípidos son una parte esencial de su dieta. Según el nutricionista Elson Haas, MD, los lípidos son parte de cada membrana celular y de cada órgano y tejido de su cuerpo. Junto con las proteínas y los carbohidratos, los lípidos son una fuente primaria de energía para las células y sirven como precursores de las moléculas inmunes, las hormonas sexuales, la vitamina D y el colesterol. Al igual que otros nutrientes, las grasas deben descomponerse antes de que puedan ser absorbidas por el intestino, pero las grasas son más difíciles de digerir que otros nutrientes.
Propiedades físicas
Las propiedades físicas y químicas de las grasas afectan la forma en que se procesan en el estómago y el intestino. A diferencia de las proteínas y los carbohidratos, que se mezclan bien dentro del ambiente acuoso del tracto gastrointestinal, las grasas son incompatibles con el agua y tienden a elevarse y flotar en la parte superior del contenido del estómago. El Dr. Haas dice que esta es una de las razones por las que se actúa sobre las grasas al final y tiende a retrasar la digestión.
Eficiencia enzimática
El acto de masticar es el primer paso para separar los nutrientes en los alimentos. Una vez expuestas al ambiente digestivo, las proteínas y los carbohidratos son atacados inicialmente por las enzimas producidas por las glándulas salivales y el estómago; sin embargo, la descomposición enzimática efectiva de las grasas requiere la emulsión de los ácidos biliares, un proceso que no ocurre hasta que las grasas salen del estómago y entran al intestino delgado. Una revisión de junio de 2010 en "Advances in Physiology Education" informa que solo el 15 por ciento de la digestión de las grasas ocurre antes de que los alimentos salgan del estómago.
Vaciado retrasado
Al ingresar al estómago, las grasas estimulan la liberación de colecistoquinina, o CCK, de las células que recubren su duodeno, que es el primer segmento de su intestino delgado. CCK es una hormona que suprime el apetito, desencadena la liberación de enzimas pancreáticas, estimula la contracción de la vesícula biliar y, según la edición de febrero de 1987 de "The American Journal of Physiology", retrasa el vaciado gástrico. Esto permite que las grasas en su estómago ingresen gradualmente a su intestino, donde pueden ser emulsionadas por la bilis de su vesícula biliar y descompuestas por las enzimas de su páncreas.
Consideraciones
Las grasas en la dieta retrasan su digestión de varias maneras. Su incompatibilidad con el agua hace que las grasas sean resistentes al proceso digestivo, y su llegada al estómago desencadena respuestas fisiológicas que retrasan el vaciado gástrico. Durante milenios, los humanos han evolucionado para extraer tanta energía como sea posible de los alimentos que consumen. Los mecanismos que utiliza su cuerpo para retener las grasas en el estómago son simplemente adaptaciones, que permiten el uso óptimo de estos nutrientes ricos en calorías.
