Significado
Aumentar la ingesta de fibra en la dieta con alimentos como la lechuga puede reducir los síntomas de diverticulosis, así como prevenir complicaciones, incluida la diverticulitis, que es una inflamación. Aunque esta afección puede no tener síntomas notables, también puede causar molestias en la parte baja del abdomen, dolor similar a calambres, estreñimiento e hinchazón. El dolor puede ser repentino y severo, o puede comenzar como un dolor leve que empeora durante varios días. También puede tener náuseas, calambres, vómitos, escalofríos, fiebre o cambios en el hábito del tazón. El aumento de la fibra dietética se considera el tratamiento primario para esta afección.
Beneficios
La fibra se encuentra en vegetales, incluida la lechuga, así como en frutas y granos. Esta porción indigesta de estos alimentos mantiene las heces blandas y ayuda a disminuir la presión dentro del colon, ayudando a que las heces se muevan más fácilmente. Consume de 20 ga 35 g de fibra al día para obtener un beneficio. La lechuga se encuentra entre los alimentos con alto contenido de fibra y proporciona, en promedio, aproximadamente 1 g de fibra por taza, de acuerdo con "Nutrición para el adulto mayor", de Melissa Bernstein y Ann Schmidt Luggen.
Prevención
Aunque no se ha demostrado, una dieta baja en fibra puede causar diverticulosis, según el Centro Nacional de Información sobre Enfermedades Digestivas. La condición es común en Estados Unidos y otros países industrializados donde las dietas bajas en fibra son la norma. Es raro en Asia, donde las dietas altas en fibra son la norma. Comer ensaladas de vegetales y otros alimentos fibrosos puede ayudarlo a prevenir la diverticulosis.
Consideraciones
Los diferentes tipos de lechuga proporcionan cantidades variables de fibra. Por ejemplo, 1 taza de lechuga romana tiene aproximadamente 1, 2 g de fibra, mientras que 1 taza de lechuga iceberg tiene 0, 7 g de fibra. Otros alimentos tienen un mayor contenido de fibra, incluidas las lentejas, que tienen 15, 6 g por taza, cereal de salvado, que puede proporcionar 9, 6 g por ½ taza, espinacas cocidas, que tiene 4, 3 g por taza, zanahorias cocidas, que proporcionan 2, 5 g por ½ taza, y manzanas, que promedian 4 g por fruta.