Un disco abultado es un aplanamiento y extensión de uno de los discos de amortiguación entre los huesos espinales o las vértebras. Cuando un disco se abulta, sobresale más allá del espacio entre sus vértebras y a veces causa dolor y entumecimiento en el sitio del abultamiento y / o en sus piernas y brazos. Puede usar una variedad de ejercicios para aliviar los efectos de un disco abultado. Por lo general, también puede continuar haciendo ejercicio una vez que su condición se resuelva con éxito.
Lo esencial
Un disco abultado generalmente ocurre cuando la capa externa dura de un disco espinal, llamada el anillo fibroso, se extiende anormalmente pero aún mantiene una superficie intacta. Se diferencia de una hernia de disco, que ocurre cuando el interior blando de un disco, llamado núcleo pulposo, atraviesa el anillo fibroso y se derrama entre las vértebras y los nervios espinales relacionados. En la mayoría de los casos, un disco abultado es el resultado de cambios naturales relacionados con la edad en su cuerpo, aunque la afección puede aparecer a casi cualquier edad. A veces, tanto los profesionales como los laicos usan indistintamente los términos disco abultado y disco herniado.
Ejercicios Terapéuticos
Ejercicios de seguimiento
Después de que su disco abultado se cure, su médico puede sugerirle una serie de ejercicios para prevenir otros síntomas, detener la aparición de debilidad o rigidez espinal y fortalecer los músculos que sostienen su columna vertebral. Una vez más, los programas específicos variarán, pero los ejercicios comúnmente utilizados para este propósito incluyen ejercicios abdominales, ejercicios de flexibilidad, ejercicios de entrenamiento de fuerza y ejercicios aeróbicos. Su médico lo ayudará a encontrar versiones de estos ejercicios que no causen dolor ni ejerzan un estrés excesivo en su columna vertebral. Además, su médico puede recomendarle que nade o participe en una clase de ejercicios de Pilates.
Consideraciones y ejercicios inadecuados
Puede empeorar los síntomas de un disco abultado si realiza ejercicios o actividades que requieren levantar una cantidad significativa de peso, doblar la columna hacia adelante o trabajar con los hombros o los brazos frente al resto del cuerpo. Además del ejercicio, una rutina de terapia física para un disco abultado puede incluir modificaciones de actividad, entrenamiento de postura y movimiento, masaje de tejidos blandos, tracción y una variedad de otras técnicas o tratamientos. En algunos casos, las personas con discos abultados también requieren medicamentos para el dolor. Si los tratamientos relativamente conservadores no mejoran su espalda, su médico también puede considerar la cirugía.