Las canas pueden ser el resultado de una deficiencia nutricional, como la falta de vitaminas B-12 o B-9. Sin embargo, también es el resultado del proceso de envejecimiento natural: a medida que envejece, sus posibilidades de canas aumentan entre un 10 y un 20 por ciento cada 10 años después de los 30 años. La nutrición puede ayudar a prevenir el envejecimiento prematuro, pero si su cabello está cambiando de color como resultado del envejecimiento natural, no hay nada que su dieta pueda hacer por usted.
Vitamina B12
La falta de vitamina B-12, también conocida como anemia perniciosa, se asocia con el envejecimiento prematuro. La vitamina B-12 ayuda a mantener sano el sistema nervioso y ayuda a la producción de ADN y ARN, además de trabajar con ácido fólico, vitamina B-9, para producir glóbulos rojos. La cantidad diaria recomendada es de 2.4 microgramos para la mayoría de los adultos, y 2.6 y 2.8 microgramos para mujeres embarazadas y lactantes, respectivamente. A medida que envejece, su capacidad para absorber la vitamina B-12 de los alimentos disminuye, por lo que después de los 50 años, debe asegurarse de comer muchos alimentos enriquecidos con vitamina B-12. Con frecuencia, los cereales están fortificados con vitamina B-12, y los huevos, el hígado, los riñones, el pescado y los mariscos son buenas fuentes.
Vitamina B-9
Una deficiencia de vitamina B-9 puede provocar canas prematuras. Al igual que la vitamina B-12, el ácido fólico ayuda con la producción de ADN y ARN en el cuerpo y es necesario para la producción de glóbulos rojos. También es importante para la producción de metionina, un aminoácido que es importante para el color del cabello. La dosis diaria recomendada de ácido fólico es de 400 microgramos para adultos, llegando a 600 microgramos para embarazadas y 500 microgramos para mujeres en período de lactancia. Los alimentos ricos en ácido fólico, la forma natural del ácido fólico, incluyen espinacas, col rizada, lentejas, garbanzos, habas, espárragos y arroz y pasta cocidos. Los cereales para el desayuno también suelen enriquecerse con ácido fólico.
Cobre y hierro
Una deficiencia en cobre o hierro puede aumentar las posibilidades de envejecimiento prematuro, según un estudio publicado en 2012 en "Biological Trace Element Research". Los investigadores encontraron una fuerte correlación entre el bajo nivel de cobre y el envejecimiento prematuro en sus sujetos de prueba; bajos niveles de hierro también fueron evidentes. El cobre es necesario para la función saludable de varias enzimas esenciales en el cuerpo, y el hierro es esencial para crear glóbulos rojos. La dosis diaria recomendada de cobre es de 900 a 1.300 microgramos por día para las mujeres y 900 microgramos por día para los hombres. La dosis diaria recomendada de hierro es de 8 miligramos para adultos mayores de 50 años. Para las mujeres de 50 años o menos, la dosis diaria recomendada es de 18 miligramos por día. Los alimentos ricos en cobre incluyen hígado, ostras, almejas, anacardos, avellanas, almendras y lentejas. Los alimentos ricos en hierro incluyen carne de res, espinacas y lentejas.