Los calambres en las pantorrillas pueden causar un dolor tremendo y obligarlo a detener la natación sin previo aviso. Debido a que son repentinos y tan debilitantes, los calambres pueden ser peligrosos, especialmente si está nadando lejos de la orilla o en aguas profundas. Incluso podrían ahogarse para el nadador no preparado. Si experimenta calambres en las pantorrillas mientras nada, su cuerpo le dice que algo anda mal y que necesita satisfacer las necesidades de su cuerpo de manera más efectiva para reducir los calambres en las pantorrillas.
Hidratación y Electrolitos
La nutrición e hidratación inadecuadas son los culpables comunes de los calambres en las pantorrillas. Si bien puede parecer innecesario hidratarse mientras está en el agua, la verdad es que todavía está sudando mientras nada y, por lo tanto, pierde líquidos. Asegúrate de hidratarte antes, durante y después de tu rutina de natación para reducir los calambres en las pantorrillas. Además, los calambres en las pantorrillas pueden ser indicativos de un desequilibrio electrolítico debido a los bajos niveles de magnesio, potasio y calcio. Puede usar una bebida de reemplazo de electrolitos durante el entrenamiento o agregar alimentos ricos en estos nutrientes, como plátanos para potasio, vegetales de hoja verde para magnesio y productos lácteos para calcio.
Descondicionamiento
Descondicionarse, o volverse menos en forma, es una causa común de calambres en las pantorrillas, especialmente al nadar. Los músculos débiles con poca resistencia no pueden responder adecuadamente a un aumento repentino de la actividad física. Esto puede provocar microtears en el músculo y una falta de oxígeno, lo que puede provocar calambres. Debido a que se considera que la natación es un ejercicio de impacto reducido en las articulaciones, muchas personas pueden comenzar a nadar cuando han participado en otra actividad física previa y están fuera de forma. Tómese el tiempo para aumentar la duración e intensidad de sus sesiones de natación. Además, considere agregar entrenamiento con pesas y otras actividades aeróbicas a su rutina para ayudarlo a mejorar su condición física general y su estado físico y reducir los calambres. Agregue algunos estiramientos suaves y un calentamiento, como una caminata rápida o natación lenta, antes de nadar y estiramientos prolongados después de nadar para ayudar a proteger sus músculos.
Romper en las aletas
Puede experimentar calambres en la pantorrilla cuando usa aletas y esto se debe a que tensa más los músculos cuando usa una aleta para ayudar a controlar y coordinar la aleta con su cuerpo. Trabaja en la natación sin las aletas y asegúrate de relajar los tobillos y moverte de forma natural. Cuando intente agregar aletas, comience primero con aletas cortas y nade boca arriba, con cuidado de no tensar los músculos de la pantorrilla o la espinilla. Gradúese a aletas más grandes después de que pueda nadar boca abajo con aletas pequeñas sin calambres.
Posicionamiento adecuado del tobillo
Puede experimentar la mayoría de los calambres al nadar a altas velocidades. Esto se debe a que flexiona los tobillos plantares, apuntando los dedos de los pies como una bailarina, para obtener la mayor resistencia al agua y potencia. Sin embargo, esta posición no es natural para los tobillos y puede causar rigidez, tensión y calambres en la pantorrilla. Reduzca la velocidad y preste atención al movimiento de sus tobillos, lo que les permite relajarse y moverse normalmente en lugar de mantenerlos en una posición apretada.