El óxido de zinc es un mineral blanco en polvo que se utiliza para fabricar plásticos y otros textiles. También aparece en algunos cosméticos. Este mineral no es soluble en agua, pero se disuelve en ambientes ácidos. Es mejor conocido en los Estados Unidos como ingrediente principal en lociones de protección solar. Cuando se aplica tópicamente, el óxido de zinc ofrece varios beneficios importantes para la piel.
Protección UV
Según la Dra. Marilynn Syrett, el óxido de zinc es uno de los ingredientes más seguros para proteger la piel de los efectos nocivos de los rayos ultravioleta (UV). Los rayos UV penetran en la piel y dañan el tejido, acelerando el proceso de envejecimiento y secando la piel. Estos rayos también aumentan el riesgo de cáncer de piel. Los filtros solares que contienen óxido de zinc filtran los rayos UV, evitando que penetren en la piel y causen daño celular.
La curación de la piel
El óxido de zinc también es efectivo para curar la piel. Se puede usar para curar heridas, reducir la sensibilidad asociada con las quemaduras solares y suavizar la piel agrietada. Jonathan Moore, DPM, señala que las personas con deficiencia de zinc suelen experimentar tiempos de curación de heridas más lentos. Cuando se aplica óxido de zinc al área de la herida, proporciona al cuerpo el zinc adicional que necesita para reparar las células de la piel. El óxido de zinc ayuda a mantener el área de la herida húmeda y limpia.
Astringente
Las lociones y cremas que contienen óxido de zinc son astringentes efectivos para la piel, dice el Dr. Syrett. Puede aplicar óxido de zinc para evitar que se forme un exceso de aceites en la superficie. A veces se usa como un tratamiento para el acné: se cree que reduce la aparición de imperfecciones y reduce la irritación e inflamación de la piel, reduciendo la cantidad y la gravedad de los brotes de acné.