Según los Institutos Nacionales de Salud (NIH), puede producirse un pulso rápido o arritmia durante los episodios de ansiedad. Un pulso o frecuencia cardíaca normal es entre 60-100 latidos por minuto. Si un individuo tiene una frecuencia cardíaca en reposo de más de 100 latidos, puede estar experimentando taquicardia, que puede ser el resultado de una variedad de afecciones médicas y, a menudo, se asocia con estrés, ansiedad y miedo.
Estrés y ansiedad
Los Institutos Nacionales de Salud señalan que el estrés y la ansiedad son el resultado de una sensación de nerviosismo, preocupación o miedo. Cuando aumenta la preocupación y la ansiedad, ejercen estrés en el cuerpo de un individuo, produciendo niveles más altos de hormonas del estrés. Estas hormonas causan síntomas como inquietud, insomnio y fatiga, y este proceso a menudo causará un ciclo que produce mayores niveles de ansiedad.
Ataques de pánico
Un ataque de pánico es una fuerte respuesta física a un miedo o preocupación. Los Institutos Nacionales de Salud señalan que muchas personas que tienen ataques de pánico pueden confundirlos con ataques cardíacos porque tienen un pulso aumentado que a menudo se acompaña de dolor en el pecho o mareos. Una persona que experimenta un ataque de pánico puede sentir repentinamente que su corazón se acelera y sentirá una intensa sensación de miedo o entumecimiento en las manos o los pies. Los Institutos Nacionales de Salud señalan que los ataques de pánico pueden ocurrir sin un desencadenante claro, por lo que los pacientes a menudo no se dan cuenta de que están experimentando ansiedad y sienten que están teniendo una emergencia médica.
Factores de riesgo de ansiedad y frecuencia cardíaca rápida
Los Institutos Nacionales de Salud señalan que la genética juega un papel importante en la ansiedad y los ataques de pánico. Aunque no está claro exactamente qué causa que algunas personas experimenten trastornos de ansiedad, los expertos médicos han relacionado estos trastornos con el abuso de sustancias, el abuso de alcohol y la depresión. El consumo de alcohol puede reducir los niveles de vitamina B-12 de un individuo, y esta deficiencia de vitaminas a menudo está relacionada con niveles más altos de ansiedad y estrés.
Exámenes y pruebas
Una persona que está experimentando una frecuencia cardíaca rápida puede tener un examen médico y pruebas de diagnóstico como un electrocardiograma o un ecocardiograma. Estas pruebas diagnostican cualquier problema cardíaco que pueda estar causando las palpitaciones. Los médicos de los Institutos Nacionales de Salud señalan que las personas con una función cardíaca saludable pueden experimentar palpitaciones y, en muchos casos, estos episodios están relacionados con la ansiedad y el estrés en lugar de las enfermedades cardíacas o los ataques cardíacos.
Tratamiento de la ansiedad y la frecuencia cardíaca rápida
Según los Institutos Nacionales de Salud, las personas con ansiedad y ataques de pánico pueden prevenir episodios de frecuencia cardíaca irregular al evitar estimulantes como la cafeína, comer una dieta saludable, no fumar y utilizar técnicas de control del estrés como la respiración profunda y la meditación. En algunos casos, los pacientes pueden beneficiarse de la psicoterapia para ayudarlos a identificar las fuentes de estrés en sus vidas. Los expertos de los Institutos Nacionales de Salud también señalan que se puede usar una variedad de medicamentos psicotrópicos para controlar la ansiedad y reducir la incidencia de ataques de pánico y la frecuencia cardíaca rápida.